Ya no queda nada para el día de Reyes, y aunque los regalos están muy bien y hacen mucha ilusión, creo que lo mejor de ese día es el Roscón de Reyes, y es que después de un año esperando, por fin vuelve a la mesa. Cada año hay más gente que se anima a hacer el suyo propio, y aunque en general es una receta latosa en cuanto al tiempo, el resultado bien merece la pena. Hay recetas que estás varios días para hacerlo (por los tiempos de reposo de las masas), pero esta receta que me ha chivado mi hermana es de las más rápidas que he visto. Lo mejor, es que es resultado es IMPRESIONANTE. Aunque la he publicado justo justo para que esté listo el día de Reyes, si os ponéis esta noche manos a la obra, el día 6 estará a punto para el postre ;-)
INGREDIENTES
Masa madre:
150 ml de leche
160 gr. de harina de fuerza
40 grs. de levadura prensada
Resto ingredientes:
150 grs. de azúcar
ralladura de 1/2 limón y de 1/2 naranja
2 huevos
2 cucharadas de agua de azahar
100 grs. de mantequilla
400 grs. de harina de fuerza
una pizca de sal
Decoración:
Huevo batido con poquito de agua
fruta confitada
azúcar mojado (azúcar con unas gotitas de agua y bien mezclado de manera que quede grumoso)
ELABORACIÓN
La noche anterior prepararemos la masa madre mezclando en un bol (que no sea metálico) leche a temperatura ambiente (20º) con la levadura, lo disolvemos bien con una cuchara de madera y añadimos la harina, volvemos a mezclar y cubrimos con film de plástico de forma que quede bien cerrado. Pondremos un trapo de cocina por encima y lo dejaremos así toda la noche. La masa madre aporta mejor aroma y conservación al roscón.
Al día siguiente, glaseamos con la Thermomix el azúcar de forma que quede azúcar glass, añadimos las ralladuras de limón y naranja y se vuelve a glasear. Después, se incorporan los huevos, el agua de azahar y la mantequilla muy blandita (se puede templar en el microondas si es necesario). Mezclamos bien unos segundos en velocidad 2-3 y añadimos la masa madre que hemos hecho la noche previa. Volveremos a mezclar con las mismas velocidades hasta que quede una pasta homogénea.
Incorporamos la harina y la sal y programamos 7 min en velocidad espiga. Después, taparemos con film de plástico el vaso de la Thermomix (o si preferimos, se puede pasar a unbol) y lo dejamos leudar entre 1:30h y 2h.
Pasado ese tiempo se desinfla con los nudillos, amasamos dando forma de bola y dejaremos reposar unos minutos. Pasaremos la masa a una bandeja de horno previamente engrasada con mantequilla. Haremos un agujero en el centro, ampliándolo y a la vez arremetiendo la masa desde los laterales interior y exterior hacia adentro, hasta darle la forma al roscón. Si queremos poner una sorpresa, este es el momento. Nos ocupará prácticamente toda la bandeja, ya que este roscón es de los grandes con lo que nadie de la familia se quedará sin su porción ;-)
Cuando ya hemos terminado de darle forma, se cubre con un trapo de cocina y una bolsa de plástico y se deja leudar otra vez a temperatura ambiente durante una hora.
Precalentamos el horno a 200º y se preparan las frutas confitadas y el azúcar para el adorno. Pasada la hora se pinta con el huevo batido y se adorna con las frutas confitadas y el azúcar mojado y se mete en el horno a 180ºC durante 40min. Como cada horno es un poco diferente, yo siempre recomiendo ir vigilándolo ya que nos puede variar unos minutos arriba o abajo.
Truco: para conservar el agujero podemos poner un bol o vaso en el centro apto para horno, así al hincharse no se "comerá" el agujero.
Si queréis el roscón relleno, una vez en frío podéis abrirlo y rellenarlo con crema pastelera o nata montada (crema de leche). Sea relleno o no, ¡con este roscón triunfaréis en la comida de Reyes sin dudarlo!