Estas fiestas me estoy escaqueando un poco. Hoy vamos con un roscón de Reyes que aún falta poco más de una semanita y a ver si así alguien se anima a probar a hacerlo en casa, es muy sencillo de hacer y el resultado es un roscón de Reyes en toda regla como el que llevamos años comprando. Yo desde que lo hice casero el año pasado me quedó bastante claro que no iba a comprarlo más.
Mi roscón no lleva fruta escarcharda que se que es imprescindible pero a nosotros en casa no nos gusta y la verdad es que me niego a ponerla solo para hacer el roscón más bonito para acabar en la basura. Tampoco lo hemos rellenado porque lo comemos para desayunar con la leche y así nos parece suficiente pero obviamente está buenísimo relleno de nata (crema de leche), trufa o crema pastelera.
La mayoría de las recetas utilizan una masa madre, yo el año pasado probé con esta receta que no la lleva y me quedó muy bien, de todas formas no descarto probar a hacerlo con masa madre la próxima vez.
Ingredientes para dos roscones medianos.
700 gr. de harina de fuerza.
3 huevos. (Dos para el roscón y uno para decorar.)
75 ml. de agua de azahar.
150 ml. de leche tibia.
100 gr. de mantequilla a temperatura ambiente.
Ralladura de una naranja y de un limón.
200 gr. de azúcar. (150 para el roscón y 50 para decorar.)
40 gr. de levadura fresca.
Nuez moscada.
7 gr. de sal.
Almendra laminada.
Fruta escarchada.
Regalito de cerámica.
Preparación.
Yo la hago con la amasadora pero obviamente se puede hacer a mano siguiendo los mismos pasos.
Empezaremos poniendo en la batidora amasadora los dos huevos junto con la mantequilla, la leche, el agua de azahar, la ralladura de los cítricos, el azúcar y la nuez moscada. Deshacemos con las manos la levadura y la incorporamos junto con la harina y la sal.
Ponemos el gancho amasador y amasamos unos 7-10 minutos. Esta masa hay que ir observándola porque es bastante pegajosa y quizás nos pide algo más de harina.
Una vez está amasada la sacamos de la amasadora. Seguirá estando pegajosa por eso la vamos a trabajar en la mesa con un poco de harina para que nos se nos pegue hasta que veamos que tiene una consistencia más manejable.
Ahora dejamos la masa en el bol con un poco de harina levar un mínimo de 2-3 horas.
Una vez pasado el tiempo vamos a sacar la masa del bol y la vamos a amasar un poquito para quitarle el gas. De la bola que ya tenemos vamos a hacer un agujero en el centro y de ahí vamos a ir girando la masa para hacer el agujero más grande y vamos formando el roscón.
Lo ponemos en una bandeja de horno con papel vegetal y con el huevo que teníamos reservado para decoración lo vamos a pintar y dejamos en la bandeja levar por segunda vez una hora más.
Una vez pasado el tiempo volvemos a pintar con huevo batido y empezamos a decorarlo. Si ponemos fruta escarchada la cortamos y colocamos sobre el roscón. Cubrimos de almendra laminada. Vamos a coger el azúcar para la decoración y le vamos a poner unas gotitas de agua para humedecerlo un poco y lo ponemos a pegotes sobre el roscón.
Lo ideal es que compréis un muñequito de cerámica y un haba seca para que el roscón sea de lo más auténtico y este seria el momento de remeterlos por debajo de la masa con cuidado.
Introducimos en el horno que habremos precalentado a 180 grados unos 20 minutos o hasta que estés dorado. A mi se me paso un poco y me quedó tostadito como podéis ver.
Pues ya lo tenemos listo! No me digáis que no es fácil de preparar. Una vez frío lo podéis rellenar de lo que queráis y a disfrutar.
Espero que estéis pasando unas felices fiestas y nos vemos en la próxima receta!!!!