Diez días quedan para Navidad.
Ya hace un mes que estoy en modo Chritsmas jajajja, y hoy tenía que publicar algo especial y navideño.
Especial, porque ¡hoy es el cumpleaños del blog! ¡Ocho años ya! Quién me lo iba a decir...
Esta aventura surgió de forma espontánea, una manera de reunir las recetas que hacía. Pero el recetario era muy reducido así que tuve que buscar nuevas recetas, inventarlas, inspirarme en otros o versionar la de los libros...así hemos llegado a tener un recetario de más de mil recetas. Unas mejores y muy elaboradas, otras sencillas y rápidas, algunas no las he vuelto a hacer y otra se repiten periódicamente.
Pero todas tienen algo en común, cuando las preparo lo hago con toda la ilusión y el cariño, porque sé que, muchas o pocas, hay algunas personas que las ven y les puede servir de inspiración.
Últimamente tengo el blog algo descuidado. Cada vez necesito más tiempo para publicar una entrada. No es sólo hacer la foto, es preparar un escenario, fotografiar el paso paso, editar para cambiar el tamaño y mejorar la imagen, escribir el texto...en fin. Nadie se imagina el tiempo que esto conlleva. Pero aqui estoy, me he propuesto publicar dos veces a la semana para no caer en el estrés y acabar abandonando...no me gustaría...
Hoy en día, la gente quiere la inmediatez, las recetas que no impliquen mucho esfuerzo, que no haya que leer o buscar en un recetario...por eso cada vez más blogueros se van decantando por redes sociales donde no se exige tanto esfuerzo. Yo me he unido a esta corriente. Hacer un vídeo con el móvil mientras cocino es mucho más rápido que fotografiar cada paso. Escribir la receta con el móvil usando algún editor de vídeo me permite crear una publicación en poco tiempo...es por eso que en instagram y ahora en tiktok (tengo cuenta aquí, ¿os lo había dicho?) se ven tantas recetas en vídeo. Intento mantener la calidad aunque no siempre lo consigo.
A pesar de eso, intento publicar también en el blog, me parece más cercano y familiar.
Y bueno, os estoy soltando una retahíla que vaya, vaya...jajajjaja
En fin, que para celebrar que cumplimos ocho añitos, os he preparado una tarta que está para chuparse los dedos y ¡con sabor navideño!
Ya tenía en el blog la versión original de este postre, pero le he dado una vuelta y aprovechando la cercanía de las fiestas le he añadido una crema de turrón que al hornear se ha convertido en un flan envuelto en las capas de la masa filo. ¡No os imagináis lo buenísima que está!
Y ya no me enrollo más, solo deciros que también me podéis seguir por instagram y tiktok, aunque en esta última llevo poco tiempo. ¡Os espero!
INGREDIENTES:
10 hojas de masa filo
1 tableta de turrón blando (250gr)
4 huevos
200 ml de leche
200 ml de nata (crema de leche) para cocinar
50 gr de azúcar
100 gr de mantequilla fundida
PREPARACIÓN:
Los ingredientes ya preparados.
La masa filo es delicada para trabajar porque se seca muy rápido una vez que se saca del envoltorio. Así que hay que pincelar con la mantequilla fundida con rapidez.
Vamos enrollando en forma de acordeón cada hoja. Las tendremos todas preparadas.
Hacemos un "caracol" con la primera y la ponemos en el centro de un molde que no sea desmoldable, si no se nos saldría el relleno.
Y el resto de las hojas enrolladas las iremos colocando alrededor de la primera. Así hasta acabarlas todas. Como véis, mi molde era un poco más grande y las hojas de masa filo no lo cubrieron por completo. Pero no importa, la crema lo cubrió todo después. Ahora horneamos diez minutos a 180º en el horno.
Mientras se hornea haremos la crema de turrón. Lo primero será triturarlo. Yo lo he hecho con thermomix, 10 segundos a velocidad 4 y medio. Podéis hacerlo con una picadora o batidora.
Le añadimos la leche, la nata (crema de leche) y el azúcar y mezclamos 30 segundos a velocidad 4.
Ya está lista.
Ahora sacamos con cuidado el molde que teníamos en el horno y sin apagarlo, vertemos la crema sobre las hojas de masa filo. Como veis, la crema se mete por todos los rincones y cubre el molde. Ahora seguimos horneando unos 20 minutos más. Dejamos enfriar dentro del horno con la puerta entreabierta y apagado. Luego guardamos en la nevera unas horas.
Una vez fría, la crema se habrá cuajado y convertido en un delicioso flan. Podemos espolvorear azúcar glass por encima.
¡Exquisito! Un postre delicado y maravilloso.
Fuente: este post proviene de Tapitas y postres, donde puedes consultar el contenido original.
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