No me he podido resistir a hacer el Ruffle milk pie, un pastel de origen griego cuyo nombre original es Galatopita. Desde que lo vi en Internet me picó la curiosidad. Lo de usar masa filo para darle un toque crujiente al pastel y lo bonito que queda una vez horneado, me cautivó desde el primer momento.
Sé que ya lo han publicado en muchas webs y estoy segura de que esta receta va a dar la vuelta al mundo, y es que no es para menos ya que es muy vistoso y tremendamente fácil de preparar.
Para los que todavía no lo hayáis hecho, os diré que se trata de une flan, pero sin caramelo y que lo que lo hace diferente es la textura que le aporta la masa filo. Si os gustan pasteles como el flan parisien o el flan de queso, el Ruffle milk pie os gustará también.
Ingredientes:
7-9 láminas de masa filo
100 g. de mantequilla fundida
4 huevos
150 g. de azúcar
400 ml de leche
1 rama de canela
piel de 1 limón
azúcar glas
Preparación:
Unta con un pincel de silicona un molde redondo de 28 cm de diámetro con mantequilla fundida.
Coloca una lámina de masa filo sobre una superficie de trabajo amplia y pincélala con la mantequilla derretida. Pliégala por su parte más ancha a modo de acordeón. No debe quedar plegada perfecta sino de forma irregular. Después, enróllala sobre si misma y colócala en el centro del molde. La masa ha de quedar suelta sin apelmazar. Recuerda que este tipo de masa se seca rápidamente, así que conviene tener las láminas cubiertas con un trapo húmedo hasta su uso.
Pincela todas las láminas y ve enrollándolas alrededor, en forma de espiral hasta llenar todo el molde.
Pincela la superficie con un poco de mantequilla y hornea durante 20 minutos en horno precalentado a 180 ºC con calor arriba y abajo. Como cada horno es diferente, controla pasados 10 minutos. La masa filo debe quedar ligeramente dorada.
Saca del horno y deja que se enfríe un poco.
Mientras horneas la masa filo, prepara el resto de la receta. Comienza infusionando la leche con la piel de limón (solo la parte amarilla) y la canela. Calientas hasta que llegue a hervir, retira del fuego y deja templarse un poco.
Bate los huevos y el azúcar en un bol hondo. Incorpora la leche poco a poco, sin la canela y la piel de limón, y bate al mismo tiempo hasta mezclar bien todo.
Echa la mezcla sobre la masa filo horneada.
Mete de nuevo en el horno y hornea otros 15-20 minutos a 180 ºC, con calor arriba y abajo. Si la masa filo comienza a oscurecerse, coloca papel de aluminio encima para que no se dore más.
Saca el pastel del horno y cuando esté frío, espolvoréalo con azúcar glas.
Fuente: Claudia&Julia.