Salchichas al vino o salchichas encebolladas, porque realmente llevan mucha cebolla y qué sabor más rico les dan.
Estas salchichas, acompañadas de unas verduras, son una estupenda opción para el táper del trabajo o para congelar y echar mano de ellas en uno de esos días que no nos apetece cocinar.
Y es que, este mes, desde La Cocina Typical Spanish os hemos propuesto cocinar #untaperderechupeteTS
aprovechando que Alfonso López, de Recetas de Rechupete, saca a la luz su último libro "Recetas de táper para el curro" y en el que una de nuestras típicas, Montse de No sin mi táper, escribe en el prólogo.
Entre todas las recetas que han participado (excepto las que presenten las organizadoras) se van a sortear tres lotes de libros del mismo autor. ¿Quieres echar un vistazo al recopilatorio #untaperderechupeteTS? Haz clic AQUÍ
¿Quién no ha comido alguna vez esta receta con salchichas frescas? Mi abuela nos las ha preparado en muchas ocasiones, pero ella tiene su truco para desgrasarlas: primero las pincha con un cuchillo y después las cuece en agua con un chorrito de vinagre. De esta forma veréis que, en cuanto el agua comienza a hervir, las salchichas sueltan buena parte de la grasa a través de los agujeros que les hemos hecho. Con 10 minutos cociendo será suficiente. Después sólo tendréis que seguir los pasos de la receta que os dejo a continuación.
- 1 kilo de salchichas frescas, de esas también conocidas como "salchichas de carnicería o del carnicero"
- 1 diente de ajo
- 1 cebolla grande
- 1 o 2 hojas de laurel
- 1 vaso de vino blanco
- Aceite de oliva virgen extra (3 o 4 cucharadas soperas)
- Pimienta negra molida
- Sal
- Un chorrito de vinagre y agua para desgrasarlas previamente
Si las salchichas vienen unidas por el hilo que se utiliza para atarlas, os será más cómodo cocinarlas si lo cortáis antes con una tijera.
Para desgrasar las salchichas (paso opcional, aunque recomendable):
Con la punta de un cuchillo o con un tenedor, pincharemos las salchichas varias veces.
Pondremos una cacerola con agua al fuego y, cuando comience a hervir, añadiremos las salchichas y un buen chorro de vinagre. El sabor a vinagre no se quedará en las salchichas y, podéis estar tranquilos porque el hecho de hervirlas durante 10 minutos, tampoco les restará sabor.
Enseguida veréis como una espuma aparece en la superficie del agua. Id desechándola con una cuchara a medida que va apareciendo. Trascurridos los 10 minutos, escurriremos las salchichas y las lavaremos bajo un chorro de agua fría.
Cortaremos la cebolla en juliana y la pondremos en una sartén con una base de aceite de oliva (las 3 o 4 cucharadas soperas que os he puesto entre los ingredientes). También añadiremos el diente de ajo.
Pocharemos la cebolla a fuego lento ya que queremos que quede blandita y transparente. Si queréis acelerar este proceso, añadidle sal y tapad la sartén.
Cuando la cebolla esté lista, incorporaremos el vaso de vino, las salchichas, la hoja de laurel y la pimienta negra molida.
Dejaremos que se cocine todo durante unos 10 minutos o hasta que el vino se haya reducido. Añadid sal si hiciese falta.
¡Y listas!
Si queréis otra receta con salchichas que no sea tan típica, ¡algo diferente!, no dejéis de probar esta Tortilla de salchichas. ¡Riquísima!
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