INGREDIENTES (2 PERSONAS)
2 filetes de secreto ibérico
Un puñado de pasas
1 vaso de Oporto
1 vaso de caldo de carne
Perejil
Sal y pimienta
AOVE
Para el puré de batata o de boniato:
1 batata (300 grs)
1 zanahoria
1 puerro
250 ml de agua
1 quesito
Sal, pimienta, nuez moscada
AOVE
Para los pimientos asados
2 pimientos rojos
AOVE
Duración: 40 minutos (dependiendo de si haces o no los pimientos asados)
Puré de batata: Se pelan y se cortan las batatas, la zanahoria y el puerro. Se sofríen con un poco de aceite en una olla. Se incorpora el agua y se deja cocer tapado unos 20-25 minutos (vamos, hasta que estén tiernas) Se tritura todo con un pasapurés (o batidora). Se incorpora el quesito y las especias y se bate de nuevo todo el conjunto hasta que quede al gusto de cada cual. Una cosa hecha.
Pimientos asados: Se precalienta el horno a 180º. En una fuente de horno se echa un chorro de aceite. Se disponen los pimientos y se riegan con otro chorrito de aceite. Se asan veinte minutos por cada lado. Se sacan (con el mismo cuidado que tendrías si manipulases nitroglicerina) y se dejan enfriar. Coloca un paño o trapo sobre ellos y te olvidas. Una vez fríos se va quitando la piel y las semillas y se va sacado la carne en tiras. Se colocan en un bol con AOVE y un diente de ajo picadito. Listo.
Para la salsa de Oporto (que a mí me ha quedado poco espesa). Se echa en una cazuela el vino y se deja reducir un poco para que suelte todo el alcohol. Yo incorporé unas pasas porque ese toque dulzón le iba a ir muy bien a la carne. Luego echamos el caldo de carne y se deja reducir todo unos minutos. Se salpimenta.
La carne se hace a la parrilla con un chorrito de ná de aceite (el secreto ya trae grasa de serie) y se hacen 1 minuto por cada lado. Este es mi tiempo, dada mi condición de carnívoro sanguinoliento, pero el punto de la carne dependerá de vuestro paladar. Como siempre.
Una vez hecha, la sacamos y troceamos en tiras. Disponemos en un plato un fondo de puré de batata, luego la carne, por encima la salsa de oporto con pasas, un poco de perejil y los pimientos asados. Delicioso. Vuelvo a mirar la foto y sigo salivando...
Película ideal para degustar este plato: "THE MAN WHO SHOT LIBERTY VALANCE" de John Ford (1962)
¿Por qué? Una buena pieza de carne y un puré de batata como acompañamiento son platos que me recuerda a las tabernas o ranchos del far-west. Si a esto le sumamos su nombre "secreto" pienso en cuál es el mayor misterio narrado en un film de espuelas. Y creo que la respuesta obvia es: "El hombre que mató a Liberty Valance". Una obra monumental (tal vez la mejor del no menos monumental Ford) que nos viene a plasmar el crepúsculo de un género y de sus héroes. Un duelo entre el hombre político, culto y pacífico, y el cowboy de raza, temperamental y decadente. Un disparo que sentenció (de la mano del que lo mitificara) un modo de hacer cine. Y transformó a Wayne (el hombre y el personaje) en leyenda. Este plato creo que simboliza perfectamente el alma de esta elegía (en la retina inmortal siempre nos quedará la famosa escena del filete): la salsa de Oporto (Stewart) intenta convertir o refinar a un rudo jinete (Wayne) y transformar su esencia o sabor y, tal vez, civilizarle. Ese duelo de mentalidades sufrirá su auge en el plano sentimental, donde un puré de batata (Vera Miles) se mezclará entre ambos haciendo explotar el amor en uno y la ira en otro. Ponle una puntilla de rojo sangre (los pimientos) haciendo las veces de aquel tiro que marcó las vidas de sus protagonistas para siempre y tendrás que "el hombre que mató a Liberty Valance" fuiste tú... Vive con ese secreto.