Ingredientes:
1 solomillo de cerdo grueso
200ml de cerveza negra
1 o 2 cebollas tiernas dependiendo del tamaño
2 dientes de ajo
1 manzana (puede ser de la variedad que quieras)
8 o 10 nueces de California
1 cucharada abundante de azúcar moreno
Aceite de oliva
Sal
Pimienta recién molida (si es de Jamaica le da un sabor más especial)
Un ramito de cebollino o berros para decorar.
Pelamos la cebolla y la picamos brunoise, hacemos lo mismo con los ajos.
Pela las nueces y trocealas. Pon una cazuela amplia en la que quepa el solomillo entero con un fondo de aceite al fuego y mientras se calienta el aceite vamos salpimentando el solomillo. Lo sellamos y doramos el solomillo por todo su contorno a fuego medio-alto.
Una vez dorado el solomillo, incorpora la cebolla y reduce inmediatamente el fuego para que esta vaya pochando hasta que quede transparente, y en ese momento añade el ajo picado. Deja que cueza todo junto unos tres o cuatro minutos para que el ajo desprenda su sabor y tome color. A continuación vierte la cerveza y sube el fuego para que llegue a ebullición. Una vez empieza a hervir la cerveza hay que bajar el fuego a medio gas para que vaya reduciendo el alcohol y la carne continúe cociendo. Si el solomillo es muy delgado es mejor sacarlo de la cazuela para que no quede demasiado hecho (tiene que quedar rosado por el interior para que este bien tierno y jugoso).
Cuando la cerveza haya reducido a la mitad aproximadamente, incorpora la manzana pelada y cortada en gajos, las nueces, el azúcar moreno y un poco más de pimienta y sal. Deja cocer sin tapar, dándole vueltas al solomillo y a la manzana hasta que el jugo este almibarado (es recomendable ir bañando el solomillo con la salsa mientras se cuece para que vaya glaseando).
Hay que procurar que las manzanas conserven su forma, por lo que sí es necesario se pueden retirar del jugo un poco antes.
Corta el solomillo en raciones, colócalo en posición vertical y cúbrelo con gajos de manzana, las nueces y el jugo de la cerveza negra, y termina el plato decorando con la hoja de cebollino o los berros y unas gotitas de aceite de oliva por encima, y sirve enseguida.
Seguro que os va a gustar.