¿Te suena sofisticado y difícil el nombre de esta receta? Para nada. La verdad es que lo pregunto porque al ponerlo me pareció un pelín pretenciosa, pero es que no hay otra forma de nombrarlo. De hecho, se tarda más en nombrar que en hacer, porque es una de las recetas más fáciles do mondo. Lo único que tienes que tener es banana madura cortada en rodajas y congelada (un buen fondo de congelador, se lleva en todas las temporadas, jjj).
La cuestión es que es un postre socorrido y sanísimo, para una comida de diario o una cena especial. Y lo más divertido es revelar la receta, dejas a los comensales ojopláticos de fácil que es. Bueno, en vez de tanto preámbulo, vamos con lo que interesa, ¡¡¡vamos al plato!!!
Bueno, antes de nada, aquí lo desvelo, solo dos ingredientes: banana y cacao puro, es decir, potasio y flavonoides, que son antioxidantes. Vamos, sanísimo no, lo siguiente :))))
Ingredientes:
4 bananas maduras
4 cucharaditas de cacao puro en polvo
Preparación:
Cortar las bananas en rodajas y congelarlas por lo menos 6 horas. Las puedes tener ya listas en el congelador una bolsa tipo ziploc.
En una batidora de pie añadir lo correspondiente a una banana junto con una cucharada de cacao puro en polvo. Y bates a máxima potencia.
Es importante hacerlo poco a poco para que el calor de las cuchillas no deshaga la mezcla y se conserve el punto de sorbete.
Así que, más o menos, es una banana y una cucharadita de cacao por persona. De esta forma puedes preparar los que se te antojen.
Y nada más,a servir rápidamente. Si tienes que hacer unos cuantos puedes ir reservándolos en el congelador (o freezer) hasta que lleves todos a la mesa.
Otra opción: al que no le guste el chocolate (cosa rara pero ocurre) no hace falta añadir cacao. Te sorprenderás de lo rico que es el sorbete de banana, así de simple.
Y ahora a cortar bananas como locos y a congelarrrrr.
¡Buen provecho!
NOTA: lo adorné con las florecillas que vienen en el té