Buenos días! Hoy, aprovechando que en nada estamos en San Valentín, os quiero proponer una receta para que podáis sorprender a vuestro enamorado o enamorada en una cena romántica. Y porqué publico hoy esta receta? Si os habéis fijado, estamos a día 10, o sea, día de La Cocina TS. Pero es que en esta ocasión hemos dedicado este mes tan amoroso a esas pelis románticas donde el protagonista le prepara con todo esmero una cena tan romántica que dan ganas de formar parte de ese elenco cada día!
Yo, que me gustan mucho ese tipo de películas, me he decantado por una de mis preferidas. Aún con casi 32 años (sólo me faltan 4 días), sigo viendo entusiasmada la película de Disney La Bella y La Bestia, es tan bonita, con canciones tan pegadizas que no he podido resistirme a pasar la oportunidad de preparar algo. Y vosotros diréis, "pero si en esa peli casi no salen comiendo". Pues no, lleváis razón, pero una de las escenas más conocidas, la de cuando Bella se enfada con la bestia y decide no bajar a cenar con él, pero más tarde, muerta de hambre, se da una vuelta para ver si encuentra alguna sobra, el casanova Lumière le propone todo "un festín" de posibilidades. Y es de esa canción de donde he decidido sacar mi receta. Me he decantado por hacerlo de queso porque en la película, el dibujo del soufflé es amarillito y también porque es una de las variedades más comunes, junto con la de chocolate. Así que anotad los ingredientes que allá vamos. Para 2 personas vamos a necesitar:
1 cucharada de mantequilla sin sal
1 cucharada de harina normal
190 ml leche entera
Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
1 huevo
1 manojo de cebollino
80 g queso emmental
Aceite para untar 2 ramekines
En un cazo, fundimos la mantequilla y cocinamos la harina. Vertemos la leche y removemos, a fuego medio, hasta obtener una bechamel cremosa y sin grumos. Salpimentamos y rallamos nuez moscada al gusto.
Separamos la yema de la clara y montamos esta última con una pizca de sal a punto de nieve. Mezclamos la yema, el queso rallado y el cebollino picado con la bechamel. Poco a poco, incorporamos la clara montada a punto de nieve con movimientos envolventes a la bechamel.
Engrasamos el fondo de los moldes con un poco de aceite y rellenamos con la mezcla hasta la mitad. Introducimos al horno precalentado a 180º durante 20-25 minutos (hasta que la superficie esté doradita). Bajo ningún concepto, abriremos el horno durante la cocción porque si no, nos cargaremos el soufflé. Servimos inmediatamente para que no se nos baje demasiado. ¡Os aseguro que están de muerte lenta!
Si quieres ver qué recetas has preparado los demás participantes y de qué película la han sacado pincha aquí y ponte las botas!