Aunque las cenas frías, son más apetecibles en verano, siempre son una salida rápida y si las presentamos con un poco de gusto puede ser una delicia para la vista y el paladar.
Además, siempre va de muerte, para gastar esos restos de embutido que tenemos perdidos por la nevera.
Ingredientes (2 personas):
2 panecillos de leche
½ barra de pan cortada a rebanadas
4 hojas de lechuga
Queso fresco
Queso curado
Jamón salado
Mortadela
Chorizo
1 tomate
Perejil
Cebollino
Sal
Aceite de oliva
Preparación:
Comenzamos por preparar una salsa con el tomate.
Troceamos el tomate (podemos hacer de más para otro día), le añadimos perejil, cebollino, sal, abundante aceite de oliva, trituramos con la batidora y reservamos.
Abrimos en dos los panecillos de leche y untamos su parte interior con el tomate que hemos preparado, colocando una hoja de lechuga, sobre esta una loncha de queso fresco, la cual cubrimos con otra hoja de lechuga.
Cubrimos esta última hoja de lechuga con la otra mitad del panecillo y repetimos la operación con el otro panecillo.
Cortamos a rebanadas la media barra de pan, untamos con la salsa de tomate todas las rebanadas por una de sus caras.
Colocamos las rebanadas en una bandeja acompañando los panecillos de leche y repartimos los embutidos cortaditos sobre las rebanadas, como observáis en la foto o como más os guste.
Servir y comer.