Como iban a ser un número considerable de comensales, con una "tarta bonsái" no llegaba para todos, ja,ja,ja así que optamos por algo más grande. Un tronco de árbol cuyo bizcocho de chocolate (si pincháis en el enlace, éste os llevará a la receta) era super esponjoso, relleno de varias capas de riquísima crema de frambuesa. La cobertura del tronco en su totalidad era de ganaché de chocolate negro. ¡Toda una delicia para los amantes del chocolate!
La decoración superior, en forma de hojas, estaba realizada con la boquilla nº 56 de Wilton, con una buttercream de mantequilla con sabor limón. Os pongo unas fotos para que podáis ver el trabajo de tallado del bizcocho y el esculpido para darle forma a las grietas del tronco. El hacer tartas diferentes, me llena de satisfacción, es un reto para mí, porque agudiza mi ingenio y como quiero que mis tartas sean originales (no me gustan las copias de otras tartas) despierta mi lado creativo.
El anfitrión se sorprendió muchísimo con la tarta. No se la esperaba así y le encantó la sorpresa.
Me alegro mucho que os gustara a todos y que disfrutaseis de ese maravilloso día.
¡Muchas felicidades Juan!
Saludos
María José
¡Y no os olvidéis de poner un dulce en vuestra vida!