Todo un clásico en repostería es la combinación de fresas con nata (crema de leche), solo que esta vez es en versión tarta fría con base y laterales cubiertos de galleta.
El resultado es una tarta cremosa a la que no habrá quien se resista.
Espero que os guste!!!
Ingredientes:
300 gr. galletas digestive, María...
100 gr. mantequilla
300 ml. nata (crema de leche) para montar
120 gr. leche condensada
500 gr. de fresas
3 hojas de gelatina
Para decorar:
Fresas
He utilizado un molde desmoldable de 20 cm.
Preparación:
Preparamos el fondo del molde con papel de hornear y las paredes con una tira de acetato o una tira de papel de horno, para que a la hora de desmoldar quede perfecta. Previamente engrasado.
Trituramos con un robot de cocina las galletas.
Derretimos la mantequilla en el microondas durante unos segundos y se lo agregamos.
Mezclamos bien y extendemos la mezcla por la base y los laterales del molde presionando y alisando bien la superficie.
Introducimos en el frigorífico durante 30 minutos.
Lavamos las fresas, secamos y cortamos en trocitos. Reservamos
Ponemos a hidratar la gelatina en agua fría durante unos 10 minutos.
Calentamos la leche condensada unos segundos en el micro y deshacemos en ella la gelatina bien escurrida, mezclamos hasta que se integre. Dejamos que se temple.
Montamos la nata (crema de leche), que estará fría, hasta que se monte y forme picos.
Vamos integrando con una espátula y con movimientos envolventes la leche condensada para que la nata (crema de leche) no se baje.
Incorporamos las fresas troceadas y lo integramos de la misma manera, con movimientos envolventes.
Vertemos la mezcla en el molde y alisamos la superficie.
Cubrimos con film y refrigeramos en la nevera, mejor de un día para otro.
A la hora de servir desmoldamos y decoramos con fresas.
Lista!!!
FUENTE: "las rosquillas de la tía Laura"