Ingredientes (para un molde de 18cm):
6 huevos grandes
140gr de harina de repostería tamizada
10gr de Maizena
150gr de azúcar
1 pizca de sal
1 cucharada de pasta de vainilla
1kg de fresas
500ml de nata (crema de leche) para montar
150gr de azúcar
Mermelada de fresa
Cobertura para tartas
Preparación:
Empezamos haciendo el bizcocho separando las yemas de las claras, y montando estas últimas a punto de nieve junto con la pizca de sal.
Batimos las yemas con el azúcar y la vainilla hasta que blanqueen.
Añadimos la harina tamizada poco a poco a las claras, y la mezclamos con movimientos envolventes.
Vertemos la mezcla de las yemas a las claras, y volvemos a mezclar de nuevo con movimientos envolventes hasta obtener una masa homogénea.
Horneamos a 170º sin ventilador, calor arriba y abajo, durante unos 25-30 minutos.
Enfriamos en una rejilla y reservamos.
Montamos la nata (crema de leche) con el azúcar hasta que esté bien firme.
Cortamos el bizcocho hasta obtener dos capas no demasiado gruesas, y colocamos una en la base del molde sin desmoldar en el que horneamos el bizcocho, o en uno ligeramente más pequeño.
Laminamos fresas y las colocamos sobre la base, cubriendo los extremos.
Añadimos una capa nata montada (crema de leche), asegurándonos de que las fresas del borde se quedan bien fijas.
Sobre la nata (crema de leche), ponemos fresas troceadas. Volvemos a repetir con otra capa de nata (crema de leche), fresas troceadas, y otra capa de nata (crema de leche).
Sobre la última capa de nata (crema de leche), colocamos la parte de arriba del bizcocho, haciendo un poco de presión para que se asiente bien y se quede lo más recta posible.
Extendemos un poco de mermelada de fresa por encima, y ponemos fresas cortadas a la mitad por encima para decorar.
Por último, damos brillo con cobertura para tartas, y refrigeramos antes de servir.
Notas:
Del kilo de fresas que indico sobran algunas, pero también depende de la cantidad de fresa troceada que queráis poner en la nata (crema de leche), por eso pongo esa cantidad, para no quedase cortos.
La nata (crema de leche) tiene que estar bien bien firme para que sujete las fresas y el peso del bizcocho de arriba, las fresas y la mermelada.
Para que no os pierda la forma, podéis guardarla con el molde hasta el momento de servirla, pero aseguraos de que el molde que uséis se queda bien prieto para que todo esté bien sujeto. También podéis usar aros de repostería.
El brillo de las fresas lo doy con los sobrecitos que venden en Lidl, es muy práctico y tiene buen sabor, así que os lo recomiendo para esta tarta.
A veces los bizcochos suelen encoger en el molde cuando se enfrían, y si esto pasa y no tenéis moldes más pequeños ni aros de repostería, podéis ir a lo seguro y hornear el bizcocho en dos bandejas de horno, como para el brazo de gitano, y una vez horneado cortarlo con el tamaño del molde. Así os quedará perfecto, y sin demasiadas complicaciones con los materiales.
Para que la nata (crema de leche) quedase así, la dejé bien montada y la enfrié, así pude pulir los laterales y con ayuda de un poco de papel de cocina limpiar alguna fresa que tenía nata (crema de leche) por fuera.