Llega el calor y con el una de mis frutas preferidas, las fresas. Hoy he preparado una tarta que no es más que una adaptación de un clásico que siempre triunfa, las fresas con nata (crema de leche), pero esta vez acompañadas de un bizcocho genovés, esponjoso y perfecto para este tipo de tartas por capas. Se trata de una tarta de nata (crema de leche) y fresas, fácil de preparar y muy rica, ideal para hacer en días de calor donde apetecen postres y dulces con frutas, más frescos.
Esta tarta ha ido directa al cumple de Matilde y os aseguro que dieron buena cuenta de ella, con lo que para mí es todo un éxito.
RACIONES: 10
DIFICULTAD: media
TIEMPO: 2 horas
TARTA DE NATA (crema de leche) Y FRESAS:
125 gr. HARINA (bizcocho genovés)
125 gr. AZÚCAR (bizcocho genovés)
4 HUEVOS (bizcocho genovés)
1/2 cdita. ESENCIA DE VAINILLA O RALLADURA DE LIMÓN (bizcocho genovés)
1/2 cdita. SAL (bizcocho genovés)
100 gr. AGUA (almíbar)
100 gr. AZÚCAR (almíbar)
PIEL DE LIMÓN (almíbar)
400 gr. FRESAS (maceración)
ZUMO DE 1 LIMA O DE 1/2 LIMÓN (maceración)
3 cda. AZÚCAR (maceración)
1 HOJA DE GELATINA (relleno de nata (crema de leche))
600 gr. NATA (crema de leche) PARA MONTAR (relleno de nata (crema de leche))
3 cda. AZÚCAR (relleno de nata (crema de leche))
BIZCOCHO GENOVÉS.-
1.- comenzamos encendiendo el horno a 180ºC ya que ha de estar muy caliente en el momento en el que introduzcamos el bizcocho.
2.- en un bol batimos los huevos con el azúcar hasta que la mezcla haya doblado su volumen. Os aconsejo que utilicéis una batidora de mano o un robot de cocina para esta tarea. Lo tendremos batiendo durante unos 5 minutos hasta que tengamos una crema esponjosa, blanquecina y con mucho volumen. Este paso es importante, al no llevar ningún tipo de levadura el bizcocho, la esponjosidad que conseguimos con los huevos es lo que darán aire al bizcocho dejándolo muy esponjoso.
3.- Añadimos la esencia de vainilla o la ralladura de limón y la integramos con la mezcla.
4.- Tamizamos y añadimos la harina con la sal. Con una espátula vamos integrando la harina con cuidado para no apelmazar la mezcla.
5.- Untamos un molde, en este caso de 18 cm., y lo forramos con papel de horno en su base y laterales. Así nos aseguramos que no se quede pegado en ningún punto el bizcocho y que podamos desmoldarlo con facilidad dejando su superficie lisa.
6.- Vertemos la mezcla en el molde y horneamos a 180ºC durante unos 35 minutos. Según el tamaño del molde nos quedará un bizcocho más o menos alto, por eso el tiempo es un poco orientativo. Os aconsejo que comprobéis que el bizcocho esté listo pinchándolo con un palito y comprobando que este salga limpio.
7.- Retiramos el molde del horno y dejamos que repose, sin desmoldar, sobre una rejilla durante unos 15 minutos. Pasado este tiempo desmoldamos y dejamos que se enfríe totalmente sobre la rejilla manteniendo su parte inferior, más lisa hacia arriba. Esta parte baja que ahora colocaremos hacia arriba será la parte superior de nuestra tarta.
8.- En este tipo de tarta donde vamos a cortar el bizcocho por capas, es preferible preparar el bizcocho con antelación. Lo cocinaríamos el día anterior y, una vez totalmente frío, lo envolvemos con papel transparente y lo dejamos hasta el día siguiente para que la miga se asiente y sea más fácil cortarlo en láminas.
ALMÍBAR Y RELLENO.-
9.- Lavamos y retiramos el rabito de las fresas y reservamos unas cuantas para la decoración de la tarta. Cortamos el resto de fresas en daditos y las mezclamos en un bol con 3 cucharadas de azúcar y el zumo de una lima o de medio limón. Mezclamos bien y dejamos que macere la fruta durante unas horas, incluso de un día para otro en el frigo. Como resultado de la maceración nos quedarán las fresas y una buena cantidad de líquido que utilizaremos con el almíbar para mojar los bizcochos.
10.- Preparamos el almíbar poniendo en una cazuela pequeña el agua con el azúcar y un trocito de piel de limón. Cocinamos durante unos 5 minutos y apagamos el fuego. Dejamos que el almíbar se enfríe ante de usarlo. Podemos también tenerlo preparado desde el día anterior.
11.- Una vez que tenemos las fresas maceradas y el almíbar frío, escurrimos las fresas y añadimos su líquido al almíbar que tenemos preparado. Mezclamos bien y reservamos. Este es el almíbar de fresa con el que bañaremos los bizcochos.
12.- Ponemos la gelatina en remojo para que se hidrate. Mientras montamos toda la nata (crema de leche), reservando en una cazuela pequeña unos 100 gr. cuando la nata (crema de leche) esté casi montada añadimos 3 cucharadas de azúcar, batimos unos minutos más y reservamos en el frigo.
13.- Calentamos los 100 gr. de nata (crema de leche) y, cuando esté a punto de hervir apagamos el fuego. añadimos la hoja de gelatina hidratada y mezclamos hasta que se haya disuelto. Dejamos que la nata (crema de leche) se temple y la añadimos poco a poco a la nata montada (crema de leche) que tenemos reservada en el frigo mientras batimos. Esta pequeña porción de gelatina hará que la nata (crema de leche) se mantenga firme y no se deshaga con el paso del tiempo. Añadimos las fresas maceradas que tenemos reservadas y las mezclamos con la nata (crema de leche) a mano. Reservamos la nata (crema de leche) en el frigo hasta el momento de utilizarla.
MONTAJE DE LA TARTA.-
14.- Con un cuchillo de sierra o un utensilio específico para cortar bizcochos, dividimos el bizcocho en tres capas. Por si os apetece comprarlo, este tipo de instrumentos para corte de bizcochos en capas lo podéis encontrar en cualquier tienda de repostería y también en Ikea.
15.- Colocamos la primera capa de bizcocho sobre la base definitiva en la que vayamos a servir la tarta. Para no manchar la base o plato que vayamos a utilizar, mientras montamos la tarta podemos forrarlo con papel transparente. La forma de forrarlo para que luego podamos retirarlo con facilidad es darle la vuelta al plato y cubrirlo con 2 papeles papel transparente colocados en forma de cruz. El exceso de papel sobrante a cada lado lo metemos hacia la cara superior del plato. En todo m,omento debemos dejar libre la parte central del plato. Así podremos retirar el papel de plástico una vez terminado el montaje de la tarta, sin manchar para nada su base.
16.- Una vez que tenemos el plato forrado y colocada la primera capa de bizcocho, la empapamos con al almíbar de fresa. Debemos mojar sin miedo el bizcocho, no os preocupéis, no se romperá y agradecerá el líquido.
17.- Colocamos la nata montada (crema de leche) con fresas en una manga pastelera y cubrimos el bizcocho con una buena cantidad. Si no tenemos manga podemos hacerlo simplemente con una espátula. Colocamos la segunda capa de bizcocho y repetimos la operación del almíbar y la nata (crema de leche). Ponemos la última capa y volvemos a empapar con almíbar de fresa. cubrimos la tarta con nata (crema de leche), esta vez de forma más o menos estética y decoramos con la fresas enteras que tenemos reservadas.
Guardamos la tarta en el frigo hasta el momento de servirla, todo un clásico de verano acompañado de un perfecto bizcocho genovés.