Tarta de galletas y dos chocolates
Verrine de chocolate blanco y fresas
Pues sí, estamos de saldo y ofrecemos un dos por uno en el blog. Me han dado un premio y me he venido arriba, jaja. ¿Por qué dos postres en una sola entrada? Porque si ya dije que no me gustaba San Valentín, ahí llevo dos tazas, jaja. En fin, ya que buscamos una cena romántica había que hacerla completa y quería proponer un postrecito para acompañar a nuestro Solomillo a los tres pimientos en San Valentín, algo bueno y delicado, rico pero fácil de hacer y empecé a pensar.
Lo primero que busqué fueron los ingredientes que debería llevar un postre romántico. Algunos, evidentes, me salieron enseguida: chocolate, nata (crema de leche) y fresas. La combinación de colores blanca y roja me pareció muy bonita para el evento que nos ocupa y por tanto elegí chocolate blanco para las fresas.
Luego pensé que mi postre de "En plato de loza" por San Valentín, debería ser un postre tradicional, algo que hayamos visto en casa siempre, algo que gustase a todo el mundo y, aunque hay postres caseros que ahora están muy de moda, ese que hemos hecho todos y que nos ha gustado siempre, de alguna u otra manera, es la tarta de galletas. Sí, esa en la que untamos chocolate, crema pastelera o mantequilla en galletas María y que se ha hecho siempre en casa con muy buen resultado.
Pues con todos estos elementos, el resultado se duplicó porque además, sobró crema y había que emplearla así que aquí tenemos nuestra Tarta de galletas y dos chocolates y nuestra Verrine de fresas y chocolate blanco.
¿Cuál es el elemento común? Pues las galletas por una parte y la crema por otra. La crema que llevan ambos es una ganache de chocolate blanco. Es la primera vez que la hacía y busqué la receta por internet en varios blogs. En thermomix o casera, la receta básica era la mezcla en proporciones más o menos variadas de nata (crema de leche) de montar con chocolate (dependiendo de la grasa y la presencia que queríamos darle al chocolate en el resultado final). Así lo hice yo.
RECETA DE GANACHE DE CHOCOLATE BLANCO
Ingredientes:
Una tableta de chocolate blanco para postres.
Un brick de nata (crema de leche) de montar de 200 ml.
Ponemos a calentar la nata (crema de leche) hasta que hierva. Hay que estar muy pendientes porque si la nata (crema de leche) se lleva tiempo hirviendo puede quemarse y da mal sabor.
Mientras está en el fuego, rompemos el chocolate en onzas para que luego sea más fácil que se derrita y lo echamos en un bol. Cuando la nata (crema de leche) hierva, la vertemos encima del chocolate y removemos para que éste se derrita por completo. A mi me ligaron los dos elementos sin ningún problema pero, si no consiguiéramos desleír el chocolate por completo, podríamos meterlo unos segundos en el microondas o calentar la mezcla al baño maría.
Dejamos enfriar un poco y metemos en el frigorífico unas cuatro o cinco horas. Batimos luego con una batidora de varillas o en la thermomix hasta montar la nata (crema de leche) y ya tenemos preparada nuestra ganache.
COBERTURA DE CHOCOLATE NEGRO
Para la cobertura de chocolate negro de la tarta de galletas utilicé la misma cantidad de ingredientes que en la ganache de chocolate blanco, es decir:
Una tableta de chocolate negro para postres.
Un brick de nata (crema de leche) de 200 ml.
Hice lo mismo. Calenté la nata (crema de leche) y con ella derretí el chocolate que previamente había desmenuzado en onzas. Dejé enfriar y se quedó cuajado por lo que antes de utilizarlo como cobertura lo metí unos segundos al microondas y con esta mezcla rocié mi tarta de galletas.
¿Qué postre os ha gustado más¿ ¿Por cual empezamos? Vamos con la tarta.
TARTA DE GALLETAS Y DOS CHOCOLATES
Ingredientes:
Un paquete de galletas María.
Un cuenquito de leche.
La ganache de chocolate blanco.
La cobertura de chocolate negro.
El montaje es el tradicional para este tipo de tartas. Se trata de ir mojando cada galleta en leche y, posteriormente, untarla en la ganache de chocolate blanco uniendo las galletas por la parte con crema.
Cuando tenemos "el rulo" hecho, lo cubrimos con chocolate negro y lo metemos en el congelador, si queremos una tarta helada, o en el frigorífico unas dos horas para que coja consistencia. A mi me quedó la cobertura un poco "transparente" así que una vez fría, le volví a dar una segunda capa.
Para que el corte quede bonito, cortaremos la tarta de forma transversal, como se hace con el fuet, la caña de lomo u otros embutidos. De esta forma, el corte nos mostrará las capitas de galleta y chocolate y la porción será mas vistosa. ¿Os parece propio de vuestra cena de San Valentín?
Esta siendo una entrada larga ¿eh? Pero es lo que tiene el dos por uno. Como os conté, después de hacer la tarta me sobró bastante ganaché de chocolate blanco, así que preparé mi Verrine de chocolate blanco y fresas.
VERRINE DE CHOCOLATE BLANCO Y FRESAS
INGREDIENTES
7 galletas María.
Una cucharada de mantequilla.
Tres fresones (de Huelva que hay que hacer patria y son los mejores).
Ganaché blanco.
Verrine es una palabra francesa que significa tarro. La verrines, muy de moda en aquel país y aquí cada vez más, son vasitos o recipientes transparentes donde se mezclan ingredientes dulces o salados, texturas y sabores por capas, creando unas mezclas muy llamativas y atractivas a nivel visual y exquisitas dependiendo de la pericia del cocinero al mezclar ingredientes. La verrine siempre se come con cucharilla a modo de yoghurt.
Esta es mi primera verrine y puedo contar que lo más complicado es que hay que ser muy delicado a la hora de poner cada capa, para no manchar demasiado el vaso (arruinaría la composición visual) y que no se mezclen entre ellas.
La verrine de fresas con chocolate blanco la hice así:
Primero trituré las galletas mezclándolas con la cucharada de mantequilla para que quedaran más amalgamadas. Yo lo hice en la termomix pero podríamos utilizar cualquier batidora o majar las galletas y mezclarlas con la mantequilla. Luego, dentro del vasito, dispuse los ingredientes de la siguiente forma:
Una capa de la mezcla de galletas.
Una capa de la ganache de chocolate blanco.
Una capa de fresas cortadas en láminas.
Una capa de la mezcla de galletas.
Una capa de la ganache de chocolate blanco.
Una capa de fresas picaditas.
El resultado final es muy bonito a nivel estético y exquisito para el paladar. Muy bueno y apropiado para nuestra cena.
No os quejaréis, dos propuestas a falta de una... ¿por cual os vais a decidir?