Abandonado tengo mi Plato de loza. Llevo tiempo queriendo retomarlo porque además, durante este periodo de carestía he cocinado muchísimo y cosas que merece la pena que no se me olviden. Es difícil encontrar tiempo entre tantas y tantas cosas. Es difícil.
Me gusta que la familia coma como Dios manda los fines de semana. Que me digan que qué sabroso lo que hay en sus platos y se me ocurrió este cocinado conjugando varias cosas que había estado haciendo últimamente. Nos encantó. Y luego, unos días más tarde, una página web y de Facebook, facilísimo, me propuso un reto con setas y pensé que era el momento de volver y de recordar lo que me gusta escribir lo que cocino.
Además, platitos de otoño que me encantan. Y con una elaboración fácil del todo que obtiene un resultado final buenísimo.
¿Empezamos? Veamos los ingredientes
¡Manos a la obra!
Es uno de estos platos que se hace por partes y luego se une en el emplatado. Lo primero: las setas. Picamos los ajos pequeñitos, pequeñitos. Yo lo hice con un prensador de ajos que añade jugosidad al resultado. Luego los puse en una sartén a sofreír. A mi me gusta que estén tiempo a fuego lento porque el aceite absorbe todo el sabor.
Mientras picamos las setas a cuadritos procurando un corte regular. Lo añadimos a los ajos cuando éstos estén aún a punto de dorarse pero no hayan cogido color todavía.
Sofreímos cinco minutos y añadimos perejil picadito. Esperamos a que las setas estén bien salteadas y sacamos la preparación.
Esta es nuestra sartén y vamos a aprovechar su sabor para la siguiente elaboración.
El procedimiento con las angulas sucedáneas es similar. Empezamos con el ajo picadito a fuego lento, aunque aquí añadimos una guindilla.
Antes de que el ajo tome color añadimos las angulas sucedáneas y salteamos unos minutos.
Un minuto antes de apartarlas añadimos una cucharada de pimentón dulce de la Vera.
Queda el huevo poché. Puede parecer complicado pero, en principio, es muy fácil. Veréis, debemos tener en casa papel film compatible con la cocción. En cualquier supermercado o gran superficie lo encontraréis. Lo colocamos como si forrásemos un vaso pequeño. Añadimos unas gotas de aceite de oliva para que no se pegue y un poco de pimienta. Le echamos el huevo con cuidado de no romper la yema y le ponemos un poquito de sal.
Anudamos el film para hacer un paquete e introducimos en agua hirviendo durante 3 minutos.
Aquí está la dificultad. Con 3 minutos está bien pero cada uno sabe el punto que le da a un huevo pasado por agua o duro. Cada persona sabe que le va a gustar más y añadiremos o quitaremos tiempo según el gusto del comensal.
Queda emplatar. Yo utilicé un molde redondo y puse una primera capa de boletus salteados, luego las angulas sucedáneas y finalmente el huevo poché que abrí con un corte central para servir. Decoré con lonchas de jamón serrano que fueron el toque perfecto para un plato de otoño como este. Fácil y gustoso. ¿Te animas?
Con este post participo en el reto de facilisimo recetas con setas