Tenía fichada esta tarta desde hacía un par de semanas. Hoy no tocaba hacerla, ya tenia planeada otra receta pero por falta de tiempo, decidí hacer esta que es menos laboriosa. La receta la he sacado del blog Mi recetario de Elena Pilar, pero he modificado los ingredientes y las cantidades de algunos. Ahora os cuento porqué.
La receta original es de una revista. Elena ya la ha modificado y yo, a mi vez, también. En su receta vemía una cantidad de leche condensada que yo creía tener. Cuando empecé a elaborar la tarta me di cuenta de que me faltaba bastante, pero lo dejé pensando que no se notaría. Pues sí que se notaba, un sabor muy fuerte a limón, lo que me obligó a completar la receta con azúcar hasta que al probar la masa la noté dulce.
Si queréis hacer la receta de Elena, visitad su blog. Yo os dejo la receta tal cual yo la hice.
INGREDIENTES:
250 gr de galletas
100 gr de mantequilla fundida.
275 gr de leche condensada.
90 gr de zumo de limón.
1 tarrina de queso tipo tipo philadelphia (unos 300 gr)
50 gr de azúcar.
200 ml de nata (crema de leche) líquida para cocinar.
1 sobre de flan.
1 sobre de cuajada.
PREPARACIÓN:
Ponemos en un recipiente la mantequilla y la calentamos en el micro unos segundos hasta que se funda. Dejamos que se temple.
Trituramos las galletas 10 segundos a velocidad 7.
Ponemos las galletas trituradas la mantequilla y mezclamos 15 segundos a velocidad 4. Echamos la mezcla sobre un molde redondo desmoldable y aplanamos con el cubilete. Metemos en la nevera una hora.
Para hacer la crema , echamos todos los ingredientes juntos en el vaso de la batidora y batimos 20 segundos a velocidad 4. Después cocemos 7 minutos a 90º, velocidad 4.
Vertemos sobre el molde y damos unos golpes sobre la encimera para alisar la mezcla. Dejamos templar un rato y la metemos en la nevera hasta el día siguiente.
Lo primero, pesamos la mantequilla para luego fundirla al micro.
Trituramos las galletas, yo he puesto napolitanas de canela, pero cualquier galleta os vale.
Añadimos a las galletas trituradas la mantequilla fundida y templada. Lo mezclamos todo.
Rellenamos un molde con la mezcla y aplastamos bien. Lo dejamos en la nevera una horita.
La crema es muy fácil de hacer, todos los ingredientes en el vaso y los mezclamos un poco primero. En esta foto no aparece el azúcar, la añadí después cuando me di cuenta de que estaba demasiado ácida de sabor ( y eso que puse menos limón que la receta original) . Pero vosotros ponedla junto a los demás ingredientes.
Y ahora cocemos para que nos quede una crema espesa, como esta.
La vertemos en el molde y damos unos golpecitos sobre la encimera para alisar la superficie. La metemos en la nevera unas cuantas horas, es mejor prepararla el día antes.
Antes de servirla, la adorné con cacao en polvo. Usé esta plantilla decorativa, es de Ikea.
Y aquí está. Sale bajita, porque el molde es muy grande. Mejor un molde más pequeño.
Tiene una consistencia cremosa, me costó un poco cortar esta porción, hay que hacerlo mojando el cuchillo.
Tiene un ligero sabor a limón y no es para nada muy dulce, pero con la base de galletas de canela queda divina.
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Fuente: este post proviene de Tapitas y postres, donde puedes consultar el contenido original.
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