Guardar siempre por separado cada tipo de fruta y nuez o semilla
Colocarlas en contenedores o bolsas herméticas y almacenarlas en lugares fríos: refrigerador o congelador.
Las frutas secas se pican más fácilmente si se ponen en el congelador durante una hora.
Se facilitará el picado si previamente se rocía con aerosol antiadherente cualquier utensilio con que se corten las frutas secas: cuchillo, procesador o tijeras.
Para rehidratar las frutas secas, ponerlas en un recipiente, cubrirlas con agua y calentar en el microondas por 5 o 6 minutos.
Las frutas secas rehidratadas pueden ser usadas para pays o pasteles, casi de la misma manera que si fueran frescas.
Blanquear las almendras sumergiéndolas en agua hirviendo, retirar la piel y luego secarlas al horno.
Preparar un pesto de la forma tradicional sustituyendo los piñones por avellanas o nueces.
Una taza de nueces mezcladas y picadas pesan aproximadamente 120 gramos.
Si las nueces con cáscara se empacas herméticamente y se congelan se conservarán bien durante cerca de un año.
Para intensificar el sabor de las nueces: tostarlas ligeramente en el horno a calor medio sobre una charola de galletas y moverlas frecuentemente, o en una sartén sobre la hornilla, también moviendo constantemente hasta que estén ligeramente doradas.
Se pueden calentar las nueces en microondas y aunque no toman calor, si desprenden su aroma. Poner una taza de nueces en un plato de cartón y calentar durante 3-4 minutos rotando a los 2 minutos.
Para picar nueces en el procesador, no trabajar más de una taza a la vez.
Cuidar de no sobreprocesar, pues las nueces desprenderán su aceite y se convertirán en un granulado grasoso y hasta en una pasta.
Hacer una mezcla de nueces y frutas secas y usar como granola.
Mezclar a la masa de pan, galletas o bisquets unas cucharadas de nueces y frutas secas antes de hornear. (Como en este delicioso pan de nueces y chocolate)
Agregar nueces o frutas secas a mousses, yogurts, ensaladas, salsas de carne, guisados, moles y hasta a la carne molida para hamburguesas y albóndigas.
Sobre las frutas secas
Si la fruta es secada en el punto exacto de su madurez, logrará desechar la mayor parte de su humedad, acumulará los azúcares naturales y se conservará, prácticamente, para siempre. Esta técnica y el secado al sol son aplicados por la gente del Oriente Medio desde hace más de 5,000 años. Otro método empleado en la edad media, y aún en nuestros días, es el secado de la fruta al horno, rebanada, ensartada en cáñamo y colgada en las cocinas o alacenas al secarse en un proceso natural.Botánicamente hablando, se llaman nueces a los frutos de una sola semilla, de cáscara recia y seca que debe ser quebrada para abrirla. Sin embargo, el término se usa para denominar frutos o semillas con pepita comestible encerrada en una envoltura dura o fibrosa. Su empleo en la alimentación data de tiempo inmemorial. En México era común el empleo de cacahuates y pepitas, entre otros, mucho tiempo antes de la conquista.
The post appeared first on Revista Maria Orsini.