Este postre moderno de los años ’50 es originario de la región de Véneto, Italia. La receta original aprovechaba bizcocho o galletas junto a café, un licor, azúcar y hueso. No llevaba queso en un principio y era un tentempié cuyo nombre deriva de la expresión “te tira su“, que podría traducirse por “levántate”.
El nombre original del típico bizcocho seco o galleta de este postre es biscotto savoiardo, más conocido en su forma en plural savoiardi, un nombre italiano cuyo significado es “galleta saboyana”. También llamados en inglés Lady Fingers. Aquí en España se conoce como bizcocho de huevo, de soletilla o melindres. Por supuesto se pueden hacer caseros, es mi signatura pendiente con el Tiramisú. Se elaboran con una masa de bizcocho muy ligera, generalmente sin levadura, en la que se han montado las claras a punto de nieve para incorporar la mayor cantidad de aire posible. Esta masa se conoce como génoise.
El aspecto más habitual del bizcocho de soletilla es el que comercializa la industria repostera: muy alargado y con la cara superior cubierta con una fina capa de granos de azúcar. Son perfectos para mojar en chocolate a la taza. En España se sigue elaborando de manera artesanal y casera, dándole forma con ayuda de una manga pastelera. Los bizcochos obtenidos tienen una forma más ancha y aplanada, son más blandos por ser más frescos, y se suelen cubrir con azúcar glas. Ambos valdrían aunque a mí personalmente me gusta más el que es más seco, aguanta mejor empaparlo en la mezcla de café expreso y licor. He utilizado ron, Amaretto, Cointreau, Brandy, … De todos los licores el que más que convence es el vino Marsala.
Tiramisú
INGREDIENTES PARA 6 PERSONAS:
– 6 huevos (4 claras y 6 yemas)
– 500 g de queso Mascarpone
– 8 cucharadas de azúcar
– Bizcochos italianos “Savoiardi” (unos 25)
– 400-500 ml de café
– Vino Marsala al gusto
– 125 g de chocolate amargo rallado
– 3 cucharadas o TBS de cacao amargo puro en polvo
Preparamos un molde. La forma más común es rectangular y alto. Yo utilizo una fuente de cristal pero podéis utilizar cualquier molde, e incluso individuales o vasitos. No hace falta prepararlo con aceite, mantequilla y demás pues no vamos a hornear, es un postre frío.
Un rato antes de empezar a hacer el Tiramisú preparar la salsa para los bizcochos con el café y una cucharada de vino Marsala. Reservar y dejar enfriar.
En un bol, batir las yemas y el azúcar hasta que queden cremosos, de un color amarillo muy pálido y se forme una espuma. El consejo de Nicoletta Negrini es que debe hacerse a mano, si se hace a máquina asegura que la textura no queda igual. Es el secreto de esta receta así que lo he seguido al pie de la letra. Yo las pongo un poco al baño María suave, no se trata de cocinarlas sino de facilitar que se deshaga el azúcar. Así no incorporamos todo las yemas crudas al conjunto. En otro bol con varillas eléctricas o en un robot tipo K.A., batir las claras a punto de nieve hasta que estén muy firmes. En este caso he utilizado un batidor eléctrico de Bosch, verde menta, que me encanta. Así no ensucio tanto. Una vez que espesan las yemas añadir poco a poco el queso Mascarpone e integrar con la ayuda de una espátula con movimientos envolventes. Finalmente incorporar las claras montadas muy poco a poco. Darle un toque de sabor añadiendo una cucharada de vino Marsala.
En un recipiente, que puede ser la bandeja del horno colocáis la mitad de los bizcochos y con la ayuda de un biberón de cocina o una jarra con boquilla pequeña vais empapando los bizcochos con la mitad de la mezcla. Hay que encontrar el equilibrio entre un bizcocho seco o demasiado empapado. Primero mojáis por un lado y luego por el otro, con cuidado que no se rompan pero rápido. Si los bizcochos son firmes o duros tipo vainilla tendréis que dejarlos más tiempo, sino dadle la vuelta más pronto con cuidado que no se desintegren. Podéis ayudaros de una paleta. Disponer la cara con el azúcar boca abajo.
En una fuente rectangular montar el postre. Forrar la fuente con los bizcochos mojados y añadir la crema por encima. A mí me gusta hacer 2 capas. Entre las 2 capas añadir chocolate rallado. Enfriar mínimo durante tres horas, a mí me gusta dejarlo en la nevera toda una noche, se asientan los sabores y la textura. Antes de servir espolvorear con cacao puro sin azúcar (yo uso Valor). Yo en este caso había rallado de más asquee decoré también la superficie.
El corte quedó espectacular, ahora sí he encontrado la receta perfecta de Tiramisú.
Si quieres decorar la superficie formando picos, pon sólo un poco de la crema sobre la última capa para no dejar “al aire” los Savioardi y guarda el resto de la crema de mascarpone en la manga pastelera en la nevera. Déjala reposar también mínimo 3 horas. Podrás hacer la decoración justo antes de servir o tenerla ya preparada y guardar las raciones en la nevera, pero sin el cacao.
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