Hoy os traigo un postre improvisado que quedó la mar de cuco y bueno: una tartaleta de natillas caseras con unas fresas, que ya empiezan a estar por todos lados y apetecen un montón.
La receta de las natillas la adapté de pequerecetas, aunque con menos azúcar, ya que iba a utilizar caramelo en el postre y no lo quería empalagoso.
Así que con una masa quebrada, unos huevos, azúcar y unas fresitas salió esto.
Allá vamos con los ingredientes para unas 6 tartaletas:
- 2 masas de pasta brisa
- unas 18 fresitas
- 3 cucharadas de azúcar
- un chorrito de zumo de limón
Para las natillas:
- 4 yemas de huevo
- 3 cucharadas de azúcar
- 1 rama de vainilla
- 500 ml de leche
- 1 cucharada de maizena
Preparación:
Antes que nada sacamos las masas de la nevera para que no las trabajemos demasiado frías y se puedan romper. Ponemos también a precalentar el horno a 200ºC. (En este caso estaba trabajando con horno de gas, así que lo puse al máximo y poco antes de poner las masas a hornear lo bajé a aproximadamente 3/4 del calor máximo).
Preparamos los moldes para las tartaletas. Cortamos 6 círculos de las masas para cubrir los moldes y que sobre un poco por arriba, ya que luego bajan un poco. Los ponemos en los moldes sobre un papel vegetal. Finalmente los pinchamos con un tenedor para que no se abomben de la base y los ponemos al horno unos 12 minutos. Pasado este tiempo, si ya tienen un color marrón clarito, las sacamos del horno y las dejamos enfriar.
Ahora vamos a por las natillas.
Ponemos a infusionar la leche con la vainilla. Para ello abrimos la rama de vainilla a lo largo y sacamos las semillas de ella, que pondremos en la leche que hemos puesto previamente en un cazo. Pondremos también la rama dentro del cazo y lo llevamos al fuego, no demasiado alto, ya que no hace falta que llegue a hervir. Dejamos en el fuego hasta que la leche esté a punto de hervir. En ese momento apagamos el fuego y dejamos reposar mientras seguimos con el resto de los ingredientes.
En un cuenco batimos bien las yemas de huevo con el azúcar y la maizena. Cuando estén bien batidos, apartamos la ramita de vainilla de la leche y empezamos a incorporarla poco a poco en la mezcla del cuenco. Hay que vigilar de no hacerlo de golpe, ya que podríamos cocer las yemas y no es lo que queremos.
Una vez lo hayamos incorporado bien todo lo volvemos a llevar al fuego medio y a partir de ahora lo tenemos que ir removiendo para que no se formen grumos. Lo estaremos removiendo hasta que adquiera la consistencia que queremos. Serán aproximadamente unos 10 ó 12 minutos, pero todo depende del fuego, del cazo, de la temperatura de los ingredientes cuando empecemos, etc…
Una vez hechas las apartamos, las cambiamos de recipiente y las dejamos enfriar.
Y ahora vamos a por las fresitas.
Para que no quedasen reblandecidas ni perdiesen el color lo que hice fue un caramelo y las sumergí en él.
Antes que nada preparamos un trozo de papel vegetal y lo dejamos estirado aparte sobre la mesa de trabajo.
Para hacer el caramelo ponemos en una sartén el azúcar, 3 cucharadas, y el chorrito de zumo de limón. Lo dejamos a fuego medio hasta que coja el color bronceado del caramelo. Hay que intentar no removerlo mientras se hace, ya que corremos el peligro de que se hagan grumos.
Mientras se hace, cortamos las “colitas” de las fresas y las apartamos, y hacemos láminas con la parte madura. Las hacemos bien finitas, de no más de 3 mm de grosor.
Cuando el caramelo esté hecho le incorporamos las fresas y las movemos un poco para que queden bien impregnadas. Finalmente las verteremos sobre el papel vegetal para que se enfríen.
Y ahora vamos a por el montaje.
Llenamos cada una de las bases de tartaleta con natillas, que ya deberían estar templadas. Sobre el piso de natillas colocamos las fresitas en forma de flor o lo que más nos guste. Sobre el centro ponemos otra cucharadita de natillas.
Para finalizarlas espolvoreamos con azúcar y con un soplete de cocina lo quemamos, haciendo otra pequeña capa de caramelo sobre las tartaletas (por esto no quería hacer las natillas demasiado dulces). Esto lo podemos dejar para el momento de
Y ya está. Fácil, ¿no?
¡Que aproveche!
Tartaleta de natillas con fresas