Os estaréis preguntando de dónde he sacado estas zamburiñas gallegas si vivimos en Paris ¿verdad?
Nooooo, no he ido a pescarlas al Sena ni me las han enviado por correo ordinario jajaja.
Este verano me compré una nevera para coche la cual ha sido mi gran descubrimiento. Gracias a ella me he podido traer costillas de cerdo, chuletillas de cordero, pulpos y, por supuesto, unas buenas zamburiñas gallegas. Todo ello congelado y guardado como un tesoro preciado en mi congelador.
¿A que compensa tener una nevera de coche? Os puedo asegurar que la comida estuvo, durante las 16 horas que duró el viaje, a una temperatura de 1ºC. Cuando llegué a París fue como si la comida no hubiese salido nunca de la nevera.
Así que ya sabéis, si necesitáis trasladar comida de un sitio a otro y durante un largo periodo de tiempo podéis compraros una neverita de coche. Os aseguro que no os arrepentiréis.
Y ahora pongámonos a trabajar:
Ingredientes:
Zamburiñas
Ajo
Perejil
Aceite de oliva
Sal
Elaboración:
Lavamos y limpiamos bien nuestras zamburiñas.
Ponemos un chorrito de aceite de oliva en la sartén a fuego máximo. Colocamos nuestras zamburiñas en la sartén y les añadimos unos trocitos de ajo, perejil y sal.
Las mojamos con un pequeño chorretón de aceite de oliva.
Dejamos que empiecen a hacerse.
Cuando veamos que las zamburiñas están empezando a hacerse les damos media vuelta y dejamos que se doren por el lado contrario.
Volvemos a girarlas y sacamos del fuego. Presentamos en el plato y deprisa a comerlas antes de que enfríen.
Como véis es un plato que viste mucho una mesa y no requiere nada de trabajo. En diez minutos las tenéis hechas.
Que se os haga la boca zamburiñas, perdón, chocolateeeeeeeeee que se os haga la boca chocolate!!!! Disfrutad!!