Ya están dando los últimos coletazos estas fiestas navideñas.
Aún nos queda una fiesta más: la llegada de los Reyes. Un acontecimiento especialmente familiar en nuestro país que tenemos la suerte de contar con sus Majestades para que nos traigan unos regalitos.
En mi casa es un acontecimiento muy especial, es el aniversario de bodas de mis padres y siempre se ha celebrado por partida doble: reyes y aniversario.
Cuando mi padre se fue, seguimos haciéndolo. Los niños eran pequeños y por ellos y por mi madre siempre nos reuníamos con esa dosis de alegría que el día 6 traía consigo.
El año pasado fue el último día de Reyes que celebramos con mi madre. Solo unos días después nos dejó de manera inesperada. Han sido unas navidades atípicas. Nos hemos visto los hermanos pero esa "silla vacía" ha cambiado nuestras reuniones.
Ahora llega el día 6 y seguiremos intentando reunirnos para entregarnos los regalos y seguiremos pensando que es una doble celebración, aunque ya no tengamos a nuestros padres con nosotros.
Pero no hay que tener tristeza, nostalgia y añoranza de otros tiempos sí. Pero no tristeza, porque ellos así lo querrían.
Bueno, después de la chapa que os he dado solo me queda presentaros este entrante que a los niños les va a encantar. Y a los no tan niños también, porque es un aperitivo super rico. Animaros a hacerlo que se tarda muy poco y es una delicia.
Por cierto, mañana o pasado os pondré un post con el roscón, que no me he olvidado de él. Pero será un roscón distinto...ahí lo dejo.
Y sigo recordando que me podéis seguir por Instagram y por Tiktok que estoy muy falta de seguidores allí jajaja.
INGREDIENTES:
1 lámina de hojaldre
tomate frito
10 lonchas de pechuga de pavo
6 lonchas de mozzarella en rodajas
orégano
Huevo batido
PREPARACIÓN:
Tenemos los ingredientes preparados con antelación.
Estiramos el hojaldre. Untamos con tomate frito y espolvoreamos orégano encima.
Cubrimos con las lonchas de pechuga de pavo(puede ser jamón york)
Y ponemos la mozzarella pero sin llegar hasta el final.
Ahora enrollamos desde cada extremo hasta que lleguemos al centro.
Y cortamos rodajas de un dedo de grosor aproximado.
Las ponemos en una bandeja de horno, que estaremos precalentando a 180º.
Las pintamos con huevo batido.
Y horneamos unos 20 minutos.
¡Se comen sin sentir! Ya veréis que poco duran en la mesa.
Fuente: este post proviene de Tapitas y postres, donde puedes consultar el contenido original.
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