Otra vez viernes y otra vez invierno, esto parece un juego de palabras, pero es cierto. La semana pasada mientras recibíamos la primavera con un tiempo casi veraniego, despojábamos nuestras camas de las tan queridas "sábanas de pelitos", pobrecitas mías, de pelitos?, pues así las llamamos por esta zona, aunque pelos lo que se dice pelos no tienen. Hoy nuevamente volvemos a rebuscar en los altillos del ropero rescatando mantas, cazadoras y cualquier cosas que nos resguarde de estas bajas temperaturas. Nieve en gran parte de España y lluvia por mi Comunidad. Mis rosales están totalmente desconcertados y el azahar de los naranjos que anunciaba una Semana Santa inminente hoy anda tirado por los suelos. En fin , como parece que pasear no vamos a pasear mucho este fin de semana vamos a provechar para meternos en la cocina y preparar estas albóndigas que seguro os van a alegrar el día.
Ingredientes:
Para las albóndigas.
Dos colas de rape frescas (ó congeladas en su defecto).
Doce langostinos crudos.
Una cebolla pequeña rallada.
Dos rebanadas de pan blanco mojadas en leche.
Sal.
Pimienta.
un poco de pan rallado.
Un huevo.
Un poco de harina para rebozar las albóndigas.
Aceite de oliva para freír las albóndigas.
Para la salsa:
Una cebolla gorda.
Tres hojas de laurel.
Una copa de vino montilla-moriles.
Un vaso de caldo de pescado (fumet elaborado con huesos de rape, cabezas de langostinos , cebolla, zanahoria, laurel y perejil)
Unas hebras de azafrán.
Sal y pimienta.
Unas ramitas de perejil
Aceite de oliva virgen extra.
Preparación:
Quitamos el hueso central de las colas de rape y lo utilizamos para el caldo de pescado, troceamos la carne de rape muy menudita. Pelamos los langostinos crudos y los troceamos también muy menuditos.
Rallamos la cebolla, con un rallador de grano gordo y la añadimos en un cuenco a la carde de rape y a los langostinos troceados y salpimentamos todo.
En un plato hondo ponemos las rebanadas de pan y las cubrimos con leche hasta que se impregnen bien. La sacamos , las escurrimos un poco, y ya desmenuzadas lo añadimos al pescado. Ponemos el huevo y hacemos con todos estos ingredientes una masa que se pueda trabajar. Si es necesario podemos añadir un poco de pan rallado, pero no mucho para que no se queden secas las albóndigas.
Formamos las albóndigas con la masa, las pasamos por harina y las freímos.
Mientras preparamos la salsa, para ello ponemos un poco de aceite de oliva a calentar, cuando esté en su punto sofreímos la cebolla, añadimos el laurel y cuando la cebolla esté ligeramente dorada, el vino, el perejil y el caldo de pescado. Salpimentamos y dejamos cocer un rato para que reduzca, sacamos las hojas de laurel y el perejil y trituramos la salsa. Añadimos las albóndigas fritas y dejamos cocer un poco más con la salsa para que se mezclen bien los sabores. Son un poco más laboriosas que las de carne pero el resultado bien merece la pena. La salsa es deliciosa y las albóndigas jugosas y sabrosas.
Buen provecho amigos!!.
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