Hoy en casa hay fiesta, como cada vez que decidimos preparar este clásico de la cocina casera, las albóndigas.
En cada familia hay una receta que todo el mundo venera (las albóndigas de mamá, de la abuela,...). En la mía es la de mi tía que prepara unas albóndigas de auténtico escándalo. Aquí las tenéis. Espero que os gusten tanto como a nosotros.
Y vosotros, ¿qué albóndigas les pondríais un altar?
¿Qué necesito?
500 gr de carne picada
1 huevo
1 vaso de leche
La miga de una barra de pan
Perejil
1 diente de ajo
Sal
Pimienta
Aceite de oliva
Para la salsa:
1 cebolla grande
1/2 pimiento rojo
1 zanahoria
2 dientes de ajo
1 vaso de vino blanco
1 vaso de tomate triturado
1/2 lata de pimientos del piquillo
2 vasos de agua o caldo de verduras o carne
1 cucharadita de tomillo
Sal
Pimienta
Aceite de oliva¿Cómo lo hago?
Primero ponemos a remojar la miga de pan en la leche.
Mientras el pan absorbe toda la leche, batimos el huevo en un bol, añadimos la carne picada, el ajo y el perejil muy picaditos y la miga de pan. Salpimentamos y mezclamos bien.
Con esta masa formamos pequeñas bolitas del tamaño de una pelota de ping-póng y las rebozamos en harina.
Las freímos en aceite abundante. Reservamos.
Ahora prepararemos la salsa.
Picamos la zanahoria, el pimiento, la cebolla y el ajo en juliana y los rehogamos en una cazuela con un poco de aceite de oliva.
Cuando la cebolla esté ya blanda, sazonamos y añadimos el tomate. dejamos sofreír durante unos minutos a fuego bajo. Después vertemos el vino y 1 vaso de agua o caldo.
Introducimos también las albóndigas. Dejamos cocer durante una media hora a fuego lento.
Retiramos las albóndigas y, añadimos los pimientos del piquillo picados y batimos la salsa. Volvemos a poner todo en la cazuela y si es necesario y vemos que la salsa nos queda muy espesa, añadiremos más agua.
Dejamos cocer otros 5 minutos más.
Servimos acompañadas de unas patatas o arroz y pan, mucho pan, porque la salsa está de vicio.