Hola!!
Por fin. La primera receta post-vacacional! Desde pequeño me encantaron las albóndigas de mi madre. Cuando te vas de casa te das cuenta de que la comida no crece en el plato sino que hay que elaborarla. Cuando me fui de casa quise comer albóndigas, así que un día la llamé y le pedí que me explicase cómo se hacían. Me lo tuvo que explicar varias veces porque no tenía ni idea y es un proceso que puede resultar complejo al principio (cuando las haces te das cuenta de que está chupado). Pero si quería seguir comiendo albóndigas tenía que intentarlo, así que me lancé. El resultado mereció la pena.
Ingredientes
400 g. de carne picada mezcla (mitad ternera, mitad cerdo).
1/2 vaso de leche (desnatada = más sano).
1 rebanada de pan de molde o la cantidad de miga de pan equivalente a una rebanada.
Sal.
1 huevo.
Pan rallado con ajo y perejil (200 g. aprox.).
Aceite (si es de oliva mejor).
2 botes de salsa napolitana.
¿Cómo se hacen?
Echamos 1/2 vaso de leche y le añadimos la rebanada de pan de molde.
Echamos la mezcla encima de la carne picada y removemos con las manos para que se deshaga el pan de molde.
Echamos una pizca de sal.
Añadimos el huevo batido a la mezcla y removemos con las manos.
Añadimos pan rallado y removemos con las manos.
Probamos si se pueden hacer bolas fácilmente. Si no es así, repetimos el paso 5 las veces que sea necesario.
Hacemos bolas con la carne picada.
Freímos las albóndigas en una sartén con abundante aceite (para que se hagan por dentro).
Mientras se fríen, ponemos a calentar una olla con los 2 botes de salsa napolitana.
Cuando las albóndigas estén doradas las pasamos a la olla.
Añadimos un vaso de vino blanco.
Las dejamos en la olla 10 min aprox. a fuego lento para que terminen de hacerse.