Buenasss!! ¿Cómo van esas dietas? ¿Y la cuesta de enero? Yo estoy bastante harta de las dos cosas, aunque la primera es voluntaria y eso tiene una gran ventaja, que la rompes cuando te da la gana.
Con la receta de hoy vuelvo a recurrir a las socorridas alitas de pollo que se pueden hacer de mil formas y todas están ricas. Esta vez van al horno, de manera que son un poco más ligeras aunque vamos a reconocer que no son lo más adecuado para seguir una dieta porque no se les puede quitar la piel que es lo que más grasa tiene del pollo y para más inri van con mantequilla... asi que vale, no son de dieta en absoluto, jajaja. Pero y lo ricas que están? Y lo fáciles que son? Éstas además tienen un puntito picante, pero esto es opcional o sea que al que no le guste el picante que no le ponga tabasco y quedan igual de buenas. Eso sí, tienen que quedar bien crujientes que es como están ricas de verdad.
Ingredientes:
- 1 kg. de alitas de pollo
- 3 cucharadas de mantequilla
- 1 cucharada de pimentón
- 1 cucharadita de tabasco
- el jugo de medio limón
- sal
Elaboración:
1. Limpiamos la alitas de pollo quitando cualquier resto de plumitas que puedan tener y les cortamos las puntas. Las salamos.
2. Derretimos la mantequilla unos segundos al microondas y la mezclamos con el pimentón, el tabasco y el limón.
3. Pasamos las alitas por la mezcla de mantequilla y las colocamos en una fuente de horno con papel vegetal.
4. Las metemos en el horno a 190ºC y más o menos a los 20 minutos les damos la vuelta a cada una para que se doren por el otro lado, y las volvemos a meter en el horno hasta que estén bien doraditas.
Y listo! A comer con las manos que es una de las cosas que más me gustan de las alitas.
¡Que tengáis un buen día!