¡Hola a todos! ¿Quién se anima a hacer unas alitas al horno con un poco de salsa barbacoa casera? Suena apetecible ¿verdad? Eso sí, para comerlas nada de usar cuchillo y tenedor ¡Hoy se come con las manos!
La idea de esta receta surgió hablando por teléfono con la otra mitad del blog (benditas tarifas planas de móvil) sobre lo que nos gustaban las Buffalo Wings estilo Hard Rock, con su salsita picante, su grasilla… pero ¿sabéis que esa salsa lleva mantequilla, que las alitas se enharinan y luego se fríen en abundante aceite? ¡a lo loco! y oye, no es que seamos tampoco las abanderadas de la comida ligera, pero igual era un poco excesivo ¿no? Por eso, al final, nos decantamos por hacerlas en el horno y la verdad que quedaron ¡para chuparse los dedos! :)
Ingredientes…
Alitas de pollo (en este caso compramos una bandeja con unas 12).
50ml de vino blanco.
200ml de ketchup.
1 cucharadita de mostaza.
2 cucharadas de azúcar.
4-5 gotas de tabasco (al gusto, no abuséis si no os gusta el picante).
Sal y pimienta.
Con las manos en la masa… En un bol mezclamos el ketchup, el vino blanco, la mostaza, el azúcar, el tabasco y removemos bien.
Colocamos las alitas en una bandeja apta para horno que habremos engrasado antes para que no se peguen.
Salpimentamos las alitas y, con la ayuda de un pincel, las pintamos con la salsa barbacoa que hemos preparado. En este punto, si queréis, podéis dejar las alitas macerar un rato con la salsa, de manera que cojan todo su sabor.
Metemos en el horno a 180ºC durante unos 20 minutos. A continuación, abrimos el horno (cuidado no os queméis), les damos la vuelta, las pintamos por el otro lado y las dejamos durante otros 20 minutos.
Si queréis que os queden crujientes, dejad 5 minutos más en el horno con el grill encendido y después ¡a comer!.