Os traigo hoy un plato que desde que lo empecé a hacer hace unos años gusta un montón en casa: unas almejas con espinacas.
La primera vez que escuché los dos ingredientes juntos como únicos protagonistas del plato me pareció una combinación curiosa. Pero fue probarlo y ver que resultan muy muy bien.
Así que allá vamos.
La receta es para 4 raciones.
Ingredientes:
- 1 kg de almejas o berberechos (frescos o congelados)
- 500 gr de espinacas limpias y troceadas (frescas o congeladas)
- 1 cebolla
- 1/2 vaso de vino blanco
- 4 ó 5 dientes de ajo grandes
- tomate triturado
- sal y pimienta
- aceite de oliva
Preparación:
Antes que nada ponemos en remojo las almejas y les cambiamos el agua cuando haga falta para que no les quede arena.
Si las espinacas son congeladas las sacamos con antelación para que se descongelen y escurran el agua o las ponemos un poco al fuego con agua para escaldarlas.
Preparamos el sofrito que será la base del plato. Para ellos picamos bien los dientes de ajo y los ponemos en una cazuela o un wok (que es lo que yo utilizo) con un poco de aceite de oliva. Cuando se empiecen a dorar añadimos la cebolla picada también pequeña y lo rehogamos un poco. Lo dejaremos pochando a fuego medio hasta que la cebolla esté bien tierna y le añadimos unas cucharadas de tomate triturado (a vuestro gusto, yo le echo unas 4-5 cucharadas). Tapamos y lo dejamos hacer unos minutos hasta que el tomate pierda el sabor a crudo.
Entonces subimos el fuego y le añadimos el vino blanco. Dejaremos que evapore el alcohol y a continuación añadiremos las almejas. Removemos, añadimos las espinacas, salpimentamos y lo dejamos en el fuego hasta que se hayan hecho las almejas, que serán pocos minutos.
Y listo. Es un plato muy sencillo pero muy sabroso. Ya me diréis si lo probáis
¡Que aproveche!