Cuando estudiaba tenía una amiga austríaca, casada con un amigo de la familia, que lo preparaba de auténtico lujo, claro que yo en aquellos tiempos no tenía ningún interés en la cocina, así que no pedí receta. Pero eso no impidió que lo colocase en lo más alto del podio de mis preferencias dulces. Más tarde, más mayor, mientras estudiaba alemán en la escuela oficial de idiomas, tuve la oportunidad de aprender a prepararlo de la mano de la profesora de la escuela. Ah, entonces sí...
El apfelstrudel es un pastel de manzana, típico de Austria y del sur de Alemania. Su origen está probablemente unido a esa situación geográfica privilegiada entre Oriente y Occidente, con innegables influencias de la gastronomía turca, armenia o bizantina.
Es un dulce delicado, suave y crujiente al mismo tiempo. Simplemente perfecto. Ahora bien, el secreto de un buen apfelstrudel está en la masa, que no os cuenten milongas. Ya lo sé, no todo el mundo se atreve a hacer la masa y estirarla hasta que se pueda ver a través sin que se rompa. Las recetas exprés aconsejan sustituir esta masa por hojas de masa filo superpuestas y untadas ligeramente con mantequilla derretida. Es una opción, claro que sí. Para las prisas, para matar un gusanillo, para darse un capricho... Pero no es lo mismo, creo que ni siquiera se aproxima a la perfección del apfelstrudel. Para aquellos que pudieran asustarse con la elaboración de masas he de decir que no es difícil, ya que ni siquiera lleva levadura. Eso sí, cariño y paciencia, escuchar y observar, no tener prisa... y saldrá una masa de strudel perfecta.
Apfelstrudel
Ingredientes
Para la masa
145 g de harina.
80 g de agua templada.
1/2 cucharadita de vinagre blanco (o zumo de limón).
1/8 cucharadita de sal.
15 g de aceite de girasol.
Para el relleno
80 g de pan rallado.
40 g de mantequilla.
50 g de uvas pasas.
3-4 cucharadas de ron.
60 g de azúcar.
1/2 cucharadita de canela molida.
500 g de manzanas, ya peladas y descorazonadas.
1 cucharada de zumo de limón.
25 g de nueces peladas.
3 cucharadas de mantequilla derretida, para pintar el strudel.
azúcar glas para decorar.
helado de vainilla para acompañar.
Preparación:
1. Ponemos todos los ingredientes en el bol de la amasadora y amasamos al menos 10 minutos. Si es necesario añadiremos 1 cucharada más de harina, pero hay que procurar añadir la menos posible. Cuando la masa esté suave y elástica, la pondremos en un bol, cubriremos con papel film, y dejaremos reposar 30-45 minutos. A la hora de elaborar esta masa es importante hacer un amasado prolongado y respetar el tiempo de reposo, es lo que nos permitirá que se desarrolle bien el gluten de la harina. De esta manera podremos estirar la masa bien finita.
2. Ponemos a remojo las pasas con el ron. Si no queremos poner ron, podemos sustituirlo por agua templada.
3. En una sartén derretimos a fuego suave los 40 g de mantequilla. Cuando esté derretida, añadimos el pan rallado, y dejamos cocinar un poco, para que se tueste ligeramente, sin quemarse. Reservamos para que se vaya enfriando. Mezclamos el azúcar y la canela y se lo añadimos al pan rallado.
4. Troceamos pequeñas las manzanas; les añadimos el zumo de limón para evitar que se oxiden. Picamos las nueces, escurrimos bien las pasas y las añadimos a las manzanas, junto con la mitad de la mezcla de pan rallado. Mezclamos bien.
5. Estiramos la masa sobre un paño de cocina limpio. Al principio usaremos un rodillo; después, para que nos quede muy finita, tendremos que ir estirándola con las manos, poco a poco, metiendo los dedos con suavidad entre el paño y la masa. No es difícil, aunque requiere de paciencia y mucho cariño.
6. Una vez estirada la masa, pintamos la mitad de la masa con mantequilla derretida. Sobre la otra mitad, repartimos la mezcla de pan rallado que tenemos reservada, y sobre ella ponemos las manzanas.
7. Enrollamos con cuidado de no romper la masa, ayudándonos con el paño de cocina que tenemos bajo el strudel. Una vez enrollado, pasamos a una bandeja de horno cubierta con papel.
8. Horneamos a 180ºC durante 30-40 minutos, hasta que la masa esté crujiente.
9. Se puede servir templado o frío, a nosotros nos encanta acompañarlo con una bola de helado de vainilla.
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