Esta receta la preparaba mucho mi abuela, todavía la recuerdo cortándole pan a mi primo "pequeño" (guapo eres, leches!) para que fuera mojando en la salsa... Y también se la dedico a mi prima, la hermana de mi primo "pequeño" a la que todavía le debo un táper y a la que quiero como si fuera mi hermana (estoy tremendamente orgullosa de vosotros)... Te echamos de menos abuela....
Pero vamos al lío, que me despisto, me pongo sentimental y tontorrona y os vais a cansar de mí...
Ingredientes:
500 grs de carne magra de cerdo.
1 Cebolla grande.
2 dientes de ajo.
1 Zanahoria.
1.5 kg de tomates maduros
Aceite de oliva.
Sal y azúcar.
100 gramos de guisantes
Dos hojas de laurel
Preparación:Empezamos salpimentando la carne y sellándola en una sartén con aceite de oliva hasta que veamos que ha quedado dorada por todos sus lados. Reservamos.
En esta misma sartén empezaremos a preparar la salsa de tomate: pocharemos la cebolla que tendremos cortada (no hace falta que os esmeréis en cortarla en perfecta juliana, por que lo picaremos todo) junto con la zanahoria también picadita. Cuando veamos que la cebolla empieza a estar transparente, añadimos los dientes de ajo cortados en láminas y rehogamos para evitar que se nos queme. Cuando tengamos la cebolla totalmente pochada, le añadimos el tomate que tendremos rallada y las dos hojas de laurel y un poquito de azúcar (para matar la acidez del tomate) y dejamos que se cocine nuestra salsa de tomate casera (unos 30-35 minutos)
Mientras la salsa reduce un poco, vamos cocinando los guisantes en una olla con agua y sal hasta que estén casi cocinados (terminarán de hacerse en la salsa de tomate).
Cuando nuestra salsa haya reducido, la picaremos con ayuda de la "turmix" (ojo! es muy importante sacar las hojas de laurel antes de picarla o la salsa os quedará negra!). Cuando la tengamos fina fina, le añadimos la carne y los guisantes y dejamos que se cocine todo junto a fuego medio durante unos 30 minutos.
Y tendremos listo nuestro plato de magro con tomate! si lo acompañáis de unas patatas fritas y de un buen vino tinto...para llorar de lo rico que está!