Buenos días! Seguro que os habéis quedado locos con el nombre de la receta de hoy. Y la verdad que el nombrecito se las trae, pero no se me ocurrió preparar nada mejor para homenajear a mi tierra en el día de su comunidad que con este plato. Con él participo en CLMgastro, un proyecto creado por cuatro gastroblogueros de Castilla La Mancha para compartir nuestra pasión por las recetas y productos de nuestra tierra.
Mi plato es típico de la provincia de Albacete, a la que yo pertenezco. Según cuentan, el plato se originó cuando dos pastores se quedaron aislados tras una nevada, y sin otra posibilidad que añadir a un cocido nada más que unas patatas y unas espinas de bacalao. Al ver que no era consistente vertieron el aceite de oliva y lo machacaron fuertemente para evitar las durezas de las espinas del bacalao. Tras comerlo dijeron a la comunidad que es una comida que "harta hasta las burras" y se dice que de ahí le viene el nombre.
No quería quedarme fuera de esta iniciativa, y aunque me costó un poco decidirme por una cosa u otra, al final me decanté por esta preparación, que aunque el nombre os asuste os aseguro que está muy sabrosa! ¿Quieres ver cuáles han sido las propuestas de otros compañeros? Pincha aquí y descárgate el recetario completo.
Para cuatro personas necesitamos:
2 patatas
200 g bacalao salado
2 dientes ajo
2 huevos
125 ml AOVE
50 g nueces peladas
Por un lado, cocemos las patatas con el bacalao y por otro los huevos. Cuando esté todo cocido reservamos.
En un mortero ponemos las patatas cocidas y las machacamos hasta obtener un puré añadiendo poco a poco el aceite y el ajo majado.
Cuando esté todo bien integrado añadimos el bacalao desmigado y desespinado y mezclamos.
Picamos los huevos y las nueves. Servimos el atascaburras en una fuente y decoramos con unas migas de bacalao, los huevos y las nueces picadas, un poco perejil y listo.