Este postre me recuerda a mi niñez, antes en cualquier heladería o restaurante lo tenían en su carta, y ahora se ha convertido en uno de esos postres viejunos de los que pocos se acuerdan, pero que cuando lo vuelven a probar de nuevo sienten esa sensación que sentíamos entonces. Mi hija Laura nunca había oído hablar de él, y cuando me vio montándolo dijo que eso ella lo tenía que probar, je, je....así que mientras yo le hacía las fotos a éste que hoy os traigo ella se preparaba uno similar...y, ¡cómo le gustó!, que agradecida es con todo lo que hago.....en cambio Hugo ni probarlo, y eso que todos lo ingredientes por separado le gustan....pero en conjunto no se animó ni a probarlo....peor para él....porque él se lo perdió.
Se trata de un postre con historia, como a mi me gusta, recetas que tienen su historia, que nacieron un día de la improvisación y que se convierten en una receta preparada más allá de las fronteras donde se creó. Sea en Pensilvania o en Ohio donde se creó, la verdad es que data de los primeros años del siglo pasado, y aunque hay numerosas versiones, la estructura del postre es siempre la misma, un plátano partido por la mitad, bolas de helado, nata montada (crema de leche) por encima, caramelo y fruta o frutos secos por encima. La más tradicional lleva bolas de helado de tres sabores, vainilla, chocolate y fresa, aunque yo sólo he puesto dos bolas y las dos de vainilla. He añadido fresas, frambuesas y arándanos, y no la típica cereza por encima. Esta versión me ha gustado muchísimo, y, sin duda, la repetiré en muchas ocasiones.
INGREDIENTES:
Plátanos
Zumo de naranja
Helado de vainilla
Nata (crema de leche) para montar
Azúcar glass
Fresas
Arándanos
Frambuesas
Caramelo líquido
Unas hojas de hierbabuena o menta
PREPARACIÓN:
Lo primero que haremos será montar la nata (crema de leche) bien fría con unas varillas eléctricas, y una vez casi montada añadir el azúcar glass (yo para 200 ml. de nata (crema de leche) añado 2 cucharadas soperas de azúcar glass). Podéis poner nata (crema de leche) ya montada en spray si os da pereza montar vosotros mismos la nata (crema de leche), pero la diferencia es importante. Empezamos montando el plato para ello ponemos el plátano cortado longitudinalmente en el plato, añadimos un poco de zumo de naranja por encima de los plátanos. En medio ponemos las bolas de helado, yo sólo dos, y de vainilla. Metemos la nata (crema de leche) en una manga pastelera con boquilla rizada y ponemos por encima del postre. Decoramos con los frutos rojos, un hilo de caramelo líquido y unas hojas de hierbabuena. Servimos inmediatemente.
Sin duda un gran postre que siempre debería estar de moda,. Os dejo con él, esperando que os animéis este fin de semana a prepararlo.