Para mi, el inicio del año lo relaciono con el curso escolar, no solo porque tengo niños todavía pequeños, también porque al trabajar en una escuela de negocios, la vuelta tras las vacaciones supone el arranque de una nueva etapa. Ojalá que este año venga con tantas cosas bonitas como el anterior y tenga la oportunidad de seguir disfrutando de todas las personas que sigo y me siguen.
Para mi vuelta, he escogido esta maravillosa bica que me llegó a través de Margarida de Acibecheria, ya conocía este bizcocho de los años que viví en Galicia, pero hasta ahora no me había decidido a hacerlo, os lo recomiendo encarecidamente, se trata de un bizcocho muy rico, jugoso y de sabor delicado, en cierta manera me recuerda a las mantecadas de Astorga, otra tierra muy ligada a mi familia.
Si tuviese que buscarle algún inconveniente sería el aporte calórico, ya que al llevar mantequilla y nata (crema de leche) es mayor, pero compensa por placer de su sabor. Si viajáis a Galicia, es el desayuno por excelencia de cualquier casa rural, se trata de un bizcocho esponjoso, a pesar de que no leve demasiado, con una costra crujiente que la da el azúcar y con un sabor fino y delicado.
Ingredientes:
400 g. Azúcar
4 Huevos enteros grandes
200 g. Mantequilla
200 ml. Nata (crema de leche) líquida
400 g. Harina de repostería
1 Sobre de levadura
Azúcar para la superficie
Elaboración:
Precalentamos el horno a 170º. Forramos un molde rectangular con papel de horno y encamisamos con mantequilla a temperatura ambiente. Semimontamos la nata (crema de leche) y reservamos.
Seguidamente batimos los huevos con el azúcar varios minutos hasta que blanqueen, añadimos entonces la mantequilla derretida y continuamos batiendo. Añadimos la nata (crema de leche) y batimos lo justo para conseguir una mezcla uniforme.
Juntamos la harina con la levadura, tamizamos y añadimos con movimientos suaves y envolventes a la mezcla de huevos, azúcar, mantequilla y nata (crema de leche).
Volcamos sobre el molde previamente forrado, alisamos la superficie y cubrimos toda ella con azúcar. Esto es lo que va a hacer que se forme una costra dorada en toda la bica y lo que le imprime un carácter especial y jugosidad.
Horneamos a 170º durante media hora aproximadamente o hasta que veamos que se dora el bizcocho y que al pincharlo sale la aguja limpia.
Os animo a prepararlo.... ¡a seguir disfrutando juntos!