Buenos días, ¿qué tal está yendo la semana?
La receta que os traigo hoy es muy curioso y desde que lo vi en el blog Ni en blanco ni en botellasupe que tenía que hacerlo.
No es una bizcocho hiperjugoso ni tampoco tiene mucho sabor así que os recomiendo que lo comáis con una buena mermelada casera o con un poco de miel para que tenga un poco más de gracia. Al ser tan suave a mi me parece ideal para tomarlo para desayunar con una rica mermelada de fresa y frambuesas, mi favorita, en vez de las típicas tostadas.
Por los pocos ingredientes que tiene se pone seco un poco más rápido que otro tipo de bizcochos así que os recomendaría que lo consumierais en un par de días para que no se os seque en exceso. La receta la he adaptado para que sea sin gluten y así mi madre lo pudiera comer, pero vosotros en casa lo podéis hacer con la harina que más os guste.
También deciros que yo para esta receta usé un molde redondo de 24 cm, pero seguro que en un molde alargado también queda perfecto y así no os quedará con apariencia de tortilla de patata (esto lo dijo mi padre en cuanto lo vio).
Ingredientes
155 g de harina de arroz
70 g de maizena
1 sobre de levadura sin gluten
250 ml de agua
120 g de azúcar
75 ml de aceite
Precalentamos el horno a 180º.
En un bol mezclamos el agua junto al aceite y el azúcar.
Añadimos las harina y la levadura previamente tamizadas.
Vertemos sobre nuestro molde engrasado y horneamos 35 minutos.
Si lo hacéis en casa ya me diréis que os parece. Feliz semana :)