Si, si, lo que habéis leido, que no se me ha ido la cabeza ni nada por el estilo, un BIZCOCHO SIN HORNO, y que queda super esponjoso y riquísimo.
Para no perder las buenas costumbres, y como es viernes, quería poneros algo dulce, y pensando pensando....me acordé de esta receta. Fue una de las primeras, si no la primera, que intercambié con una amiga, allá por los años......bueno no hace falta decir cuándo.....
A ver que os parece......
Ingredientes:
2 huevos
1/2 vaso de harina (100 gr)
1 vaso de azúcar (200 gr)
1/2 sobre de lavadura unos 8 o 10 gr
Una lata pequeña de piña (natural mejor)
El almíbar o el jugo de la lata de piña
Una cacerola pequeña esta es de 18 cm
1. - En la cacerola ponemos el azúcar y la ponemos a calentar hasta que se haga un caramelo clarito y apartamos.
2. - Mientras se hace el caramelo, cortamos las rodajas de piña por la mitad. Reservando el jugo o el almíbar para luego. Las colocamos en el fondo de la cacerola cuando apartemos del fuego.
3. - En un bol separamos las claras de las yemas, batiendo las claras a punto de nieve.
4. - Y las yemas las mezclamos con el azúcar, la harina y la levadura. Si os queda muy espeso......
...como en esta foto, al ser tan pocos huevos es normal, podéis añadir un poco de leche.
5. - Le agregamos las claras montadas y mezclamos con cuidado hasta que quede todo bien integrado.
6. - Volcamos en la cacerola, tapamos y ponemos a fuego medio suave unos 10 minutos.
Esto tenéis que ir comprobándolo vosotros
Dependiendo del fuego y la cacerola, pincháis y cuando salga limpio ya está.
7. - Apartamos y pinchamos por varios sitios el bizcocho, y con una cuchara vamos repartiendo el jugo de piña.
8. - Dejamos enfriar y desmoldamos cuando esté completamente frío.
Fuente: este post proviene de Recetas y a cocinar se ha dicho!!!, donde puedes consultar el contenido original.
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