He optado por rellenarlo de mermelada de fresas, aunque también está muy bueno si lo dejáis tal cual o con el relleno que os guste más.
La mantequilla y el queso hacen que quede muy jugoso y esponjoso.
Ingredientes:
-200 gr de mantequilla a temperatura ambiente
-250 gr de queso fresco
-1 cucharada de ralladura de limón o esencia
-330 gr de azúcar
-3 huevos grandes a temperatura ambiente
-300 gr de harina de fuerza
-1 sobre de levadura
-azúcar glas para espolvorear
-mermelada al gusto (opcional)
Preparación:
Precalentamos el horno a 180º y engrasamos un molde desmoldable.
Mezclamos la mantequilla, el queso fresco y la ralladura o esencia de limón hasta que quede bien homogéneo.
Incorporamos el azúcar y batimos hasta que la mezcla quede esponjosa.
Echamos los huevos de uno en uno e incorporamos bien.
Añadimos la harina y la levadura en dos veces, habiendo mezclado bien la primera antes de echar la segunda. Tiene que quedar de color muy claro y espeso.
Vertemos la mezcla en el molde y horneamos alrededor de una hora. Si veis que se os dora demasiado taparlo con papel de aluminio para evitar que se queme.
Una vez hecho dejar enfriar, desmoldar y rellenar al gusto (si queréis) y cubrirlo con azúcar glas.