No lo puedo negar. No es la primera vez que dedico un espacio al tema bocadillos y, desde luego, no va a ser la última.
Hace tiempo publique un post sobre los Bocadillos: la imaginación entre dos rebanadas de pan. La verdad es que este tema me resulta de lo más creativo.
Siempre comentamos que nuestra familia es la que, aparentemente, nunca lee nuestro blog. Y digo bien: aparentemente. No hace mucho descubrí que uno de los post más visitados de mi blog era el dedicado a bocadillos y sandwiches, y que su principal fan era uno de mis hermanos. ¡No lo reconocerá en su vida!.
De todas formas, me parece un tema estupendo si con ello puedo ayudar a muchas personas que tienen que llevar diariamente su comida al trabajo en formato resumido (entre ellas me encuentro yo).
Mi fórmula es muy fácil: algo de hidratos de carbono (pan) + proteínas (en este caso, sardinas) + verduras u hortalizas.
¡A ver si os convence mi propuesta!
INGREDIENTES:
Una baguette
Sardinas marinadas y ahumdadas
Mahonesa
Tomatitos
Germinado de cebolla
Rúcula
Como siempre, este bocadillo es muy sencillo. Su ingrediente principal es una sardina ahumada y marinada a la que ultimamente me he acostumbrado con las visitas a la feria de la Cámara Agraria de Madrid. Hasta no hace mucho creía que lo mejor del mundo eran las anchoas. ¡Pues no! Os aseguro que estas sardinas están buenísimas.
Son producto de uno de los ahumaderos que aparecen en Mercamadrid. Sardinas deslomadas y congeladas a unos 22 ºC durante al menos 48 horas. Después se ponen en sal marina unas 6-8 horas y luego se lavan y se introducen en un horno para ahumarlas a unos 32ºC duante unas 6 horas. Cuando todo este proceso ha terminado, se ponen en aceite de oliva neutro y quedan listas para su consumo.
Abrir la baguette. Frotar el tomate por uno de sus lados y mahonesa bien extendida por el otro. Poner las sardinas, un poquito de germinado de cebolla, rúcula y los tomatitos cortados a la mitad.
¡Espero que os guste! ¿Alguno de vosotros os lleváis la comida al trabajo?