¡Como me gusta una masa!
Y si es dulce más jajajaja, toda la paciencia que me falta para algunas cosas, la tengo para esperar que esas masas deliciosas suban antes de hornear.
Porque lo importante en estas masas es esperar, esperar con paciencia a que la levadura haga efecto y nos dé después un dulce delicioso y esponjoso.
Cuando hace calor, las masas suben muy bien, los tiempos de espera son menores. Con estos bollitos no he tenido que esperar mucho, hacía calor en la cocina. Lo que ha favorecido que los tiempos de reposo sean menores.
De todos modos, a mi no me importa que haga frío o calor, suelo hacer este tipo de dulces con frecuencia, porque entre otras cosas a mi me encantan y a mi familia también.
INGREDIENTES: (para unos 10 bollitos)
85 gr. de leche
45 gr. de azúcar
60 gr. de mantequilla a temperatura ambiente.
10 gr. de levadura prensada fresca.
2 huevos.
275 gr. de harina de fuerza
1/2 cucharadita de sal
Para decorar:
25 gr de azúcar (aproximadamente)
1 manzana laminada
Azúcar glass
Para el almíbar:
1/2 vaso de agua
100 gr de azúcar
PREPARACIÓN:En el vaso de la thermomix ponemos la leche, el azúcar y la mantequilla. Programamos 2 minutos, temperatura 37º y velocidad 2.Añadimos la levadura y los huevos. Mezclamos durante 5 segundos, a velocidad 4.Incorporamos la harina y mezclamos durante 15 segundos, a velocidad 6.Amasamos 3 minutos a velocidad espiga.Dejamos reposar la masa dentro del vaso hasta que doble su volumen, en mi cocina hacia bastante calor así que subió en más o menos 1 hora.
Ponemos un papel vegetal en la encimera y mojamos con aceite de girasol. Echamos encima la masa. Con las manos aceitadas damos forma cilíndrica a la masa, que es muy blanda y pegajosa. El aceite nos ayudará a manejarla. No añadáis harina.
Con una espátula o cuchillo hacemos porciones del mismo tamaño y les damos forma redonda. Os recomiendo que no las hagáis muy grande, luego crecen una barbaridad.
Las colocamos en un bandeja de horno sobre la que habremos puesto papel vegetal pincelado también con aceite de girasol. Tienen que estar bastante separadas porque doblan su volumen.
Mientras hacen este segundo levado preparamos el almíbar para que se vaya enfriando. Simplemente calentamos el azúcar con el agua hasta que nos quede un jarabe no muy espeso.
Dejamos que reposen en un lugar templado, y una vez hayan doblado su volumen (una hora más o menos según la temperatura exterior) pintamos con el almíbar frío y ponemos unas láminas de manzana encima. Espolvoreamos con un poquito de azúcar encima.
Horneamos durante 7-8 minutos, a 200º, calor arriba y abajo y ventilador (si no tenéis ventilador en el horno no pasa nada, quizá tarde un par de minutos más en hacerse). En cuanto veamos que están doradas, las sacamos del horno y volvemos a pintar con el almíbar. Dejamos que se enfríen sobre una rejilla y antes de servirlas las espolvoreamos con azúcar glass.
SIN THERMOMIX:
Para hacerla sin thermomix podemos hacer la masa a mano, tardareis algo mas, pero se puede hacer. Primero templamos la leche con el azúcar y la mantequilla. Cuando la mantequilla se haya fundido agregamos los huevos y la levadura desmenuzada. Removemos para que se integren todos los ingredientes bien. Vamos añadiendo la harina poco a poco hasta conseguir una masa lisa y pegajosa. Ahora la dejamos reposar y seguimos como os he explicado arriba.
Derretimos la mantequilla junto a la leche y el azúcar.
Añadimos los huevos y la levadura desmenuzada. Mezclamos bien.
Agregamos la harina y la sal. Mezclamos y amasamos. Dejamos reposar la masa.
Una hora mas o menos tardó en subir.
Aceitamos un papel vegetal y echamos la masa en él. Amasamos suavemente.
Hacemos bolas (no muy grandes, las mías eran demasiado grandes) y las dejamos reposar de nuevo.
Mientras hacemos el almíbar para que se vaya enfriando.
Cuando los bollitos hayan levado los pintamos con suavidad, sin apretar, con el almíbar frío.
Ponemos unas láminas de manzana encima y espolvoreamos un poco de azúcar por todo el bollito. Al horno.
Solo unos minutos necesitan para quedar así de ricas. Nada mas salir del horno, pintamos de nuevo con almíbar y espolvoreamos azúcar glass.
Cuidado que salen muy grandes, ¡pero están divinas!
¡Y quedan superesponjosas!