Durante tres semanas encontrar levadura seca o fresca de panadero fue misión imposible, y lo mismo con la harina, menos mal que la situación parece que se ha ido solucionando y ya por fin dispongo de material para hacer masas en casa. Suerte de mi querida masa madre, la he querida estas semanas más que a mi marido jajajaja, gracias a ella he podido hornear panes y bollos increíbles, he tenido que esperar mucho más tiempo cumpliendo tiempos de levado más elevados, pero ha merecido mucho la pena. Ahora mismo la tengo perfecta así que aunque tenga levadura pienso seguir haciendo panes de lenta fermentación, no hay color con los otros.
Para hacer que los fines de semana sean algo diferente aunque nos quedemos en casa, pensé en preparar unos bollitos dulces para desayunar y disfrutar en familia viendo quién acaba con la crema de chocolate o la mermelada primero. Los bollos de Devonshire se presentan abiertos por la parte superior rellenos de crema batida y mermelada, en mi casa eso no lo puedo hacer, porque hay quién no soporta la nata (crema de leche) y a quién depende de qué mermelada no le gusta, así que la mejor solución es dejarlos sin abrir y que cada uno se lo rellene de lo que le apetezca.
Huelen de maravilla incluso antes de hornearlos, y una vez dentro del horno es un ambientador para la casa la mar de delicioso.
Con estas cantidades me salieron 10 bollitos, aviso, no duran mucho, así que puestos lo que hago es doblar las cantidades y los que no se comen los congelo para otro fin de semana. Toca lavarse bien las manos, pesar todos los ingredientes y a hornear!
INGREDIENTES
*350g harina de fuerza
* 1/2 cucharadita de sal
* 40g mantequilla a dados
* 1 1/2 cucharadita de levadura seca de panadero
* 40g azúcar
* 200ml leche templada
* azúcar glass
ELABORACIÓN
1- En un bol mezclar la levadura con una cucharada de azúcar y un chorrito de agua, mezclar bien y dejar espumar durante 10 minutos. Si pasado el tiempo vemos que no se han creado burbujas es que la levadura no está en buenas condiciones. En el caso de espumar la tenemos lista para usar.
Tamizar la harina y la sal en un bol grande, incorporar el azúcar, unir la mantequilla cortada en dados y en pomada, mezclar ligeramente, unir la leche templada y la mezcla de la levadura. Ir mezclando con la ayuda de una cuchara de madera, cuando tengamos una masa blanda, volcar sobre la superficie de trabajo espolvoreada con harina e ir amasando hasta obtener una masa homogénea y elástica, formar una bola con ella y acomodarla de nuevo en el cuenco. Tapar con un trapo y dejar levar hasta que doble el volumen en un lugar sin corrientes de aire a temperatura ambiente, yo la pongo dentro del horno frío.
2. Una vez haya duplicado el volumen, volcar sobre la superficie de trabajo ligeramente aceitada, dividir la masa en diez porciones de igual peso y hacer bolas con ellas, colocar sobre la bandeja de horno cubierta con papel parafinado dejando espacio entre ellas para que no se peguen, cubrir con un trapo y dejar levar de nuevo hasta que doblen su volumen. Mientras ir calentando el horno a 210°C. Una vez levados, pintar con yema de huevo mezclada con una cucharada de leche y hornear durante 15 minutos. Si se doran en exceso taparlas con papel de aluminio. Sabremos que están listas cuando al golpear la base de los bollos suene hueco. Dejarlas enfriar sobre una rejilla.
Una vez fríos se pueden rellenar de mantequilla y mermelada, o nata (crema de leche), queso de untar y lemon curd y para los que le gustan el chocolate con una buena crema de cacao para untar.
Una receta con ingredientes sencillos perfecta para disfrutar en los desayunos y las meriendas. Qué os aproveche!