Preparar estos bollos fue todo un desafío, estaba invitada a una comida en casa de una amiga, que además es muy buena cocinera y quería sorprenderla, mejor dicho, mi orgullo de mujer deseaba sorprender a mi amiga, y la verdad no se si lo conseguí. Pero de lo que si estoy completamente segura es de que disfruté como una niña preparando estos bollos.
Me pasé la tarde amasando y dándoles forma, la noche horneando y la felicidad que me proporcionaron no la puedo contar con palabras, no me podía dormir de la emoción. A la mañana siguiente me desperté con tanta ilusión deseando rellenarlos y darlos a probar a mi familia para que me dieran su visto bueno, aunque ya lo tenía claro ese iba a ser mi presente para mi amiga y sus invitados. Ese presente estaba hecho con amor e ilusión, así que estaba totalmente satisfecha con los resultados.
Ingredientes para los bollos:
1 kg. de harina de fuerza
500 ml. de leche
150 g. de azúcar
125 g. de mantequilla a temperatura ambiente
10 g. de levadura seca de panadería
2 c.c. de canela
1 huevo
Elaboración:
Tibiar un par de cucharadas de leche y mezclar con la levadura de panadería. Es precioso el ligero color tostado que adquiere la leche con este tipo de levadura, dejamos un par de minutos que la mezcla repose.
Incorporar al bol, que por cierto debe de ser grande, las 3/4 partes de la harina, el azúcar, la mantequilla, la canela y el huevo.
Mezcla todos estos ingredientes, si te puedes servir de una batidora eléctrica con varillas, será mucho más fácil porque esta masa estará algo pesada.
Templamos la leche a unos 37º C no más y la incorporamos.
Ahora seguimos batiendo, la masa se habrá aligerado un poco al añadir la leche, pero la calidez que le proporciona la leche hará que la masa comience a trabajar sola. ¡Viva el milagro de la vida en las masas!
Cuando nos cansemos de amasar a máquina, que por mi parte suele ser demasiado pronto, es el momento de meter las manos en la masa y comenzar a amasar.
Si la masa se nos pega demasiado a las manos, utilizamos la harina que aún nos queda para ir incorporándola poco a poco, hasta que la masa se despegue de nuestras manos y de las paredes del bol.
Aquí comienza lo bueno, cuando podemos trabajar la masa con las manos y estirarla sin que se nos rompa (estirar con cuidado que tampoco es irrompible). Todo el proceso de amasado por lo general no dura más de 10 minutos, así que no cunda el pánico, si yo los conseguí preparar, los puede preparar cualquier persona, yo no soy profesional panadera, esto es una forma de liberar las tensiones del día a día.
Ahora colocamos la masa en el bol y la cubrimos con un paño, preferiblemente de lino o algodón. Las fibras naturales son las que mejor contactan con las masas. Hay quien cubre los cuencos de las masas con film transparente para que fermenten, pero nosotros somos aprendices de panadero en esta ocasión y por ese motivo debemos mantener la tradición del paño.
Transcurridos 30 o 40 minutos observamos la masa para maravillarnos y ver lo que ha crecido, en mi caso en invierno dentro de casa hace bastante frío por lo que he dejado reposar la masa otro ratito, en total una hora.
Cuando la masa esté crecida y casi el doble del tamaño inicial enharinamos la mesa y nos preparamos para trabajar.
Ahora amasamos la masa con cuidado, si nos pasamos amasando se volvería pequeña otra vez, porque se des-gasificaría.
Ahora dividimos la masa en 20 o 40 trozos, todo depende del tamaño que queramos darle a los bollos, yo te aseguro que sea cual sea siempre querrás repetir. La masa la debes cortar con un cuchillo afilado y no tirar de ella para no desgarrarla. En mi caso e utilizado este de plástico pero que va de maravilla yo lo solía utilizar para las tartas y ahora para las masas también.
Da forma redonda a cada trozo y colócalo sobre una bandeja de horno, con espacio entre ellos para que puedan estirarse y crecer si lo desean.
Cubrimos las bandejas de horno con un paño, y digo las bandejas porque nos salen bastantes bollos pero no te preocupes que si no los rellenas te durarán varios días en un recipiente cerrado y están muy buenos para comer con mermelada o jamón.
Transcurridos unos 30 o 40 minutos más después de darles forma a los bollos llega el momento de preparar el glaseado, pero antes encenderemos el horno para que se vaya calentando a 220º C.
Ingredientes para el glaseado:
2 yemas de huevo
1 c.s. de leche
Mezclamos las dos yemas de huevo con la leche y pintamos los bollos con un pincel, ahora es el momento de hornear. Horneamos a 220ºC durante 7 o 10 minutos, dependiendo del tamaño de nuestros bollos será el tiempo de horneado. Cuidado al pintar los bollos porque el huevo es el que hace que parezcan mas dorados.Visita el siguiente enlace si no deseas tirar las claras de huevo , yo te doy alguna idea para que las aproveches.
Al sacarlos del horno los colocamos sobre una rejilla para que se enfríen.
Para estos bollos elegí un relleno de almendras además de la nata (crema de leche) para poder darle un sabor extra, un sabor más intenso.
Ingredientes para el relleno:
90 g. de almendras peladas
50 ml. de leche
150 g. de mazapán
Para comenzar con el relleno comenzamos tostando las almendras una vez frías las cortamos en trozos grandes.
Aparte mezclamos el mazapán en una batidora junto con la leche y esto se lo añadimos a las almendras.
Nos quede una mezcla parecida a un puré pero con los grumos que dejan las almendras.
Reservamos el relleno mientras tanto iremos montando la nata (crema de leche) para adornar los bollos.
Ingredientes para el adorno:
400 ml. de nata (crema de leche)
50 g. de azúcar glas
1 cucharada sopera de queso de untar
En un cuenco batimos la nata (crema de leche) bien fría y le añadimos el azúcar al gusto, te propongo 50 g. de azúcar glas, aunque eso es cuestión de gustos.
Cuando la nata (crema de leche) esté bien montada añadimos una cucharada de queso de untar y batimos otro poco. Colocamos la nata (crema de leche) en una manga pastelera para luego rellenar los bollos con ella.
Hacemos un corte a los bollos, sin necesidad de cortar todo el bollo, no se si me explico, el caso es que no debemos de cortar del todo, el bollo se nos quedará como un come cocos.
Con una cucharilla untamos un poco de la mezcla del mazapán a cada bollo.
Por último y antes de comerlos colocamos la nata (crema de leche) sobre el mazapán.
Espolvorea los bollos con azúcar glas y listos para comer.
Tal vez creas que son demasiados bollos pero no te preocupes siempre habrá un familiar o amigo que estará encantado de comerlos y como ya te dije los puedes guardar sin rellenarlos y comerlos como mini-bocadillos.