El brioche es lo que tiene que cada uno lo come con lo que le gusta, a mí personalmente me gusta con aceite de oliva y jamón serrano, mi marido con mermelada de fresa, mi sobrina con una onza de chocolate, mis padres con la mermelada de membrillo casera que ha hecho mi madre recientemente, mi hermana con jamón de york y queso ... ja, ja, ja os lo juro cada uno tiene su preferencia.
Esta receta como la de cualquier pan necesita de tiempo y paciencia pero si no tienes prisa no es nada difícil. La masa debe subir las veces que haga falta y para eso un domingo por la mañana, por ejemplo, es ideal je, je, je.
Como en casa gusta tanto yo los hago de 2 en 2, así que los ingredientes que uso son:
6 huevos.
120 cl. de leche.
500 grs. de harina de repostería.
3 pastillas de 25 grs. cada una de levadura fresca.
la ralladura de 1 limón.
160 grs. de mantequilla.
120 grs. de azúcar.
1 pellizco de sal.
para pintarlos 1 huevo batido con 2 cucharadas de leche.
Lo primero que hago es calentar un poco la leche en el microondas y deshacer en ella la levadura.
Poner los huevos a batir en la amasadora y añadir la mezcla anterior, mientras se bate se va añadiendo la harina a cucharadas hasta que esté todo integrado y la masa se vea lisa. Ahora hay que taparla y dejarla reposar en un sitio cálido y sin corrientes de aire hasta que doble el volumen (entre 45 y 60 minutos).
Cuando la masa esté a punto se añade el azúcar, la sal, la ralladura de limón y la mantequilla blandita y se amasa de nuevo hasta que esté lisa y brillante. Se reparte en los dos moldes (yo uso los típicos larguitos de plum cake) y se dejan reposar otra vez para que suban (entre 30 y 40 minutos).
Cuando estén casi se enciende el horno a 200 grados para que vaya calentándose y cuando hayan subido se pintan con el huevo batido y la leche. Se pueden espolvorear con azúcar perlado o sésamo.
Antes de meterlos al horno hay que poner una bandeja con agua hirviendo bajo del todo para que genere vapor y en el segundo nivel se meten los moldes de los brioches. Yo los tengo unos 40 minutos, como siempre depende de lo grande que sea el molde.
Ahora sólo queda encontrar los ingredientes con los que te guste acompañarlo e ir cortando, calentándolo en una tostadora y comiendo ja, ja, ja. Ya vereis como ya no podreis estar mucho tiempo sin hacer brioche.
Bye.
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