Definitivamente el verano no es propicio para cocinar, todavía no ha empezado oficialmente y ya hace un calor de mil pares de fogones... así que yo voy descartando las recetas que me obligan a estar mucho tiempo en la cocina con lo que la cosa se limita cada vez más.
Las brochetas son un buen recurso, no te parece? Se pueden hacer tanto en el horno como en la plancha, pero la ventaja del horno es que las metes y te olvidas de darles la vuelta y que se hagan todos los trozos igual, y media hora no es para tanto.
Éstas son de pavo aunque las puedes hacer con pollo exactamente igual. Eso si, no cambies la piña porque los sabores casan como pocos, y la salsita que las acompaña tampoco te la pierdas, verás qué cosa más rica!
Ingredientes:
- 500 gr. de pechuga de pavo
- 1 lata de piña en su jugo (400 gr.)
- 1 mandarina o 1 naranja
- 4 cucharadas de salsa de soja
- 1 cucharada de aceite de oliva
- una pizca de sal
Para la salsa
- el jugo de la lata de piña
- 1 cucharadita de azúcar moreno
- 1 cucharadita de maizena
- una pizca de sal
Elaboración:
1. Trocear la pechuga de pavo en dados medianos, ponerlos en un bol y dejarlos macerar con la salsa de soja, el zumo de la mandarina (o naranja) y la cucharada de aceite. Guardar en la nevera tapado por lo menos una hora.
2. Trocear las rodajas de piña y hacer las brochetas intercalando dados de pavo con trocitos de piña.
3. Meter en el horno, previamente caliente a 190ºC, y dejar hacer de 15 a 20 minutos.
4. Mientras tanto poner el jugo de la lata de piña en un cacito, añadirle una pizca de sal, el azúcar moreno y el resto del adobo del pavo. Cuando empiece a hervir añadimos la cucharadita de maicena disuelta en un poquito de agua para que espese un poco y la retiras enseguida.
Saca las brochetas del horno y sírvelas con la salsa.
¡Te vas a chupar los dedos!
Que tengas una buena semana.
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