"Que la vida sea bella como las flores de la primavera y bella la muerte como las hojas de otoño". Rabindranat Tagore
Hace tiempo leí una frase que me gustó y la guardé en mi “baul” de los recuersos, decía así: “El otoño es la primavera del invierno”.
Aunque en Málaga prácticamente todo el año es primavera, de hecho hoy hace calor, brilla el sol y el termómetro marca 29º C….de vez en cuando nos regala los días propios de cada estación.
De vez en cuando se agradece los días otoñales, nublados, con viento e incluso lluvia; aunque me gusta ver el Otoño desde éste punto de vista, tal y como es habitualmente una primavera, puerta del invierno, ya que adoro el verano, el buen tiempo, la luz, el Sol, los baños en la mar.
Y para nuestra satisfacción, las necesarias primeras lluvias de Octubre nos han visitado y nos recuerda que en Málaga también podemos disfrutar de días otoñales, que llega el fresquito y damos la bienvenida a los hermosos y especiales colores otoñales que la naturaleza nos ofrece con generosidad, en toda su amplitud de excepcionales tonos marrones ligados irremediablemente a la estación que yo suelo unir a la melancolía, a la nostalgia….. pero también a la alegría. (Foto de los bosques de la Sierra de las Nieves, tomada de internet, no sé su autor....lugares que suelo visitar con frecuencia desde hace tantos, tantisimos años años....)
El otoño malagueño huele a frescor, a rocío, a lluvia, a leña, a piñas, a hojas secas, a castañas “asás”, a setas, a batatas asadas, a “granás” recién cogidas, a madroño, a los membrillos en mi frutero…..
Éste último fin de semana el otoño ha hecho acto de presencia en la provincia malagueña y en mi cocina suena la relajante melodía que fluye del agua de la lluvia, me llega el sonido del batir sigiloso del viento otoñal acariciando mis jazmines, de mi pequeño ficus al que ése viento otoñal les arranca suavemente las amarillentas hojas.
Mientras cocino, de fondo suena Händel y respiro hondo, me impregno de la misma atmósfera melancólica de sus arias mientras vuela mi imaginación preparando recetas para los míos….con alegría, al compás de la música y de las gotas de lluvia, escuchando el trinar de los gorriones que se refugian en las ventanas de mi patio, disfrutando a pesar del día gris que me hace recordar que estamos en otoño.
Y sin darme cuenta con ésta receta impregno el plato colores con tonos color calabaza y marrones, con los sabores de mi tierra, de Málaga, que se pinta de ocres con las hojas secas de sus bosques, de los castaños, de las setas, de los animales que pastan por sus montes y valles…..
Unos buñuelos de queso y canela, con queso fresco de cabra malagueña, ésa raza autóctona productoras de leche con las que se elaborar deliciosos quesos artesanos en toda la provincia, regados con una dulcísima miel de caña de la Axarquia malagueña y adornados con semillas tostadas de ajonjolí….
¿He hecho un aperitivo? ¿O quizás es un postre? ¡¡ Juzguen Vds. !!
¿Cómo lo hice?
Ingredientes:
150 grms. de harina de trigo, un trozo de queso fresco de cabra, una cucharada pequeña de azúcar, una cucharada pequeña de sal, una cucharada pequeña de levadura en polvo, una cucharada pequeña de las de café de canela en polvo, la clara de un huevo, medio vaso de cerveza, aceite de oliva.
Los pasos a seguir:
En un cuenco echar el azúcar, la canela, la levadura y la sal y sobre éstos ingredientes tamizar la harina, removiendo bien todo el conjunto.
Agregar la cerveza, mezclar hasta conseguir una consistencia pastosa (no demasiado liquida) por lo que si es necesario añadir más harina o quizás si es demasiado compacta, un pelín más de cerveza…..y rectificar de sal.
Mientras batir la clara del huevo de forma que quede espumosa.
Rallar el queso o si lo prefieren machacar con un tenedor.
Añadir en el cuenco la clara de huevo y el queso, removiendo bien todos los ingredientes que queden completamente integrados.
En un cazo echar el aceite y calentar.
Cuando el aceite esté humeante, ir echando con una cuchara sopera porciones dependiendo del tamaño que deseen que salgan los buñuelos.
Ir friéndolos en pequeñas tandas e ir removiéndoles con un tenedor de madera.
Sacarlos y depositarlos sobre papel de cocina.
A la hora de emplatar los buñuelos, regarlos generosamente con miel de caña y adornar con el ajonjolí……
Disfruten de Málaga, de su gastronomia, de su otoño…..un otoño que realmente es maravilloso.
¡¡ Compruébenlo !!