Hace unos dias visitó “Mi cocina” virtual Mª José Reyes dejándome un comentario en una de mis recetas e invitándome a visitar su blog, con la agradable sorpresa al hacerlo y comprobar que es hija de un magnifico escritor, Adolfo Reyes y nieta del insigne poeta, lírico, periodista y narrador malagueño Arturo Reyes.
¿Cuantas veces he pasado por la estatua con su busto con ésa malagueña, flor en mano precediéndole como si la estuviese piropeando? Bonita metáfora, ya que él durante toda su trayectoria no dejó de “piropear” y adorar nuestra tierra.
No hay una vez que pase por la entrada del Parque que deje de mirar hacia la estatua de D.Arturo Reyes.
Nació en Málaga en el año 1864 y murió en la casa nº 13 de la Plaza de Riego (actual Plaza de la Merced) en el año 1913, plaza donde nació Pablo Ruiz Picasso en 1881.
Suelo decir que Málaga es tierra de grandes artistas y no es pasión malagueña, es una realidad.
Arturo Reyes trabajó como periodista en Blanco y Negro, La España Moderna, Nuevo Mundo, EL Cosmopolita, El Renacimiento entre otros; escribió ensayos literarios, narraciones y libros como “La Goletera”, “Cuentos andaluces” “Otoñales” “Del Bulto a la Coracha” “Cartucherita” y recopilaciones de versos con el título “Intimas” y “Ráfagas” o cuentos “Cosas de mi tierra”......
En su obra está siempre Málaga.......
Gran precursor de teatro, creó un centro docente gratuito “Academia Provincial de Declamación” y luchó intensamente por la arqueología malagueña a la que era gran aficionado (se opuso a la demolición de la Alcazaba, hecho que afortunadamente nunca llegó a realizarse).
Hace días que preparé éste plato y tenía preparada su entrada en “Mi cocina” virtual, hablando sobre la pesca y el consumo de los calamares en nuestra Bahia.....y he borrado todo el texto, ya que una receta malagueña, preparada por mi, tenía que ser el plato con el que en mi blog, humildemente homenajeara a un malagueño ilustre, quién escribía cosas tan bonitas como ésta poesía:
"Málaga hermosa,
Málaga mía,
gala y orgullo
de Andalucía; ...
Por tanto amarte
no quise nunca
dejar tu seno
donde se trunca
mi vida toda, donde ha vivido,
donde he sufrido, donde he luchado,...........
La receta, y es a lo que voy, son calamares encebollados; no llegan a ser los “caramalitos” que por su tamaño se suelen freir, ni llegan a ser tan grandes como para rellenar, lo que sí he de comentar, que son calamares frescos capturados en nuestras costas (tengo entendido que los calamares congelados normalmente son capturados en la zona de la Patagonia, Marruecos, Sudáfrica e India).
Una curiosidad ¿Sabían que en una de las salas del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid hay un calamar gigante “pescado” en Fuengirola (pueblo costero de Málaga) en el 2001, con ocho metros de longitud “reposando” en una gigantesca cuba?
¿Como los hice?
Enjuagar los calamares ( yo no les suelo quitar el "jibioncillo del interior", si lo prefieren deben hacerlo en éste momento) y escurrirlos.
En una cacerola echar un chorreón de aceite de oliva virgen extra (estoy usando de Riogordo, malagueño) y pochar a fuego lento una cebolla mediana cortada en “brunoise” (tiras alargadas y finas) junto con dos dientes de ajo cortados en rodajitas, salando previamente.
Una vez que la cebolla está transparente añadir los calamaritos y rehogar un minuto.
Echar un vaso de vino blanco (uso un fino amontillado) y un vaso de agua y llevar a ebullicion.
Añadir cuatro o cinco granos de pimienta negra y dos hojas de laurel.
Dejar cocer unos quince o veinte minutos, hasta que los calamares estén tiernos y la salsa haya reducido.
Probar de sal y al emplatar espolvorear con perejil picado.
Acompañar con arroz blanco (arroz cocido).
Y acompañando la receta, les dejo una imagen malagueña, éste cuadro pintado por mi suegro ( otro artista malagueño) que cuelga en su casa. Es la tristemente desaparecida “Coracha” malagueña, viviendas situada al pie del Monte Gibralfaro, de la que hace mención Arturo Reyes en el titulo de uno de sus libros.