Para que pueda trabarse una verdadera amistad, es preciso prescindir de la superioridad que puedan otorgar la edad, los honores, las riquezas o el poder. El único motivo que nos debe incitar a la amistad es la búsqueda de las virtudes y el mutuo perfeccionamiento. "Confucio"
Gracias a mi querida amiga Tania, su mujer a la que él describe y lo es para quienes la conocemos: "un regalo del cielo", conocimos a Felix, un malagueño que forma parte, junto a su familia, de la historia de la ciudad de Málaga.
Un hombre que rebosa sabiduría, apasionado del mar, de los vientos, de las olas, de las velas de los barcos, de la naturaleza que deja reflejada en su amor por los pájaros y en su incomparable colección de minerales; una persona con una gran valía humana que lucha por su Málaga, la de sus mayores; una persona que lleva a gala su ciudad por allende los mares, que participa a favor de que nuestra querida ciudad brille como se merece en ámbitos tan dispares como el comercio, el turismo y por salvaguardar su historia, su idiosincrasia y su imagen esplendorosa de épocas no muy lejanas. No en vano le fue concedida la Medalla de la Ciudad malagueña, de la que es Hijo Predilecto.
Félix, el alma mater de uno de los grandes emblemas comerciales malagueño, los conocisimos y añorados almacenes "Felix Sáenz", es uno de los regatistas españoles que ha marcado una época en la historia de la vela española, el primer malagueño campeón del Mundo de Vela y único que ha participado en cuatro Juegos Olímpicos y haber ganado tres campeonatos del Mundo y Cuatro Europeos en Snipe y habiendo sido 21 veces campeón de España en cuatro décadas diferentes ( en los 60, 70, 80 y 90 ).
Una tarde distendida después de admirar su mundo personal, sus animales, sus colecciones, sus incalculables trofeos dignos de un museo, recuerdos de toda una extraordinaria vida llena de historia malagueña, aventuras, degustando una deliciosa taza de té con menta preparado con mimo y elegancia por Tania, nos contaba que su primer barco se lo compró su tía Maria Antonia, con él se echó a navegar, a surcar los mares dando lugar a una gran carrera deportiva.
Su primer barco, precursor del "Gran Numa", la embarcación de sus éxitos, bautizado con ése nombre en homenaje al león del "Libro de la Selva", símbolo de fuerza y nobleza, toda una leyenda de la navegación española.
Sin duda, hoy en día pocos conocen mejor la bahía de Málaga que Félix, ésa Bahía que baña las playas de La Malagueta, de La Araña, de La Cala, del Chanquete, de Pedregalejo, del Palo??aquella mar donde pescaban y bogaban mis mayores en una barca, una jábega, la "Maria del Carmen".
Hombres de la mar??a los que admiro, entre ellos a un gran navegante, nuestro querido y admirado amigo Felix Gancedo "El gran león de los mares" a quien desde "Mi cocina" le rendimos éste pequeño homenaje.
Y no podía ser que con una entrada con productos de la Bahia malagueña, con unos calamaritos?..¡¡ caramalitos !! como decimos en mi tierra, en salsa.
¿Cómo los he hecho?
Ingredientes para dos personas:
Medio kilo de calamares medianos, una cebolla blanca, cuatro dientes de ajo, doce granos de pimienta negra, dos o tres hojas de laurel, medio vaso pequeño de aceite de oliva virgen extra (a ser posible malagueño), un vaso de vino blanco (suelo usar un fino Montilla-Moriles), sal y perejil para decorar.
Los pasos a seguir:
Picar la cebolla en trozos pequeños y los ajos en láminas.
En una cacerola plana o sartén echar el aceite y a fuego lento pochar la cebolla y los ajos durante unos minutos, con cuidado de que no se quemen.
En cuanto empiecen las cebollas a estar transparente añadir las hojas de laurel, la pimienta negra y los calamaritos, remover y dejar que se hagan durante uno o dos minutos.
Echar el vino y llevar a ebullición, salar al gusto y dejar reducir hasta conseguir que la salsa tenga la consistencia deseada.
Espolvorear el perejil picado.
En ésta ocasión?.acompañar con una buena rebanada de pan para mojar en la deliciosa salsa.
¡¡ Buen provecho !! Y si tienen oportunidad, visiten Málaga, conozcan su cultura, su historia, sus paisajes, su alegría, su luz y su sol.....y el mar, siempre la mar.