Aún no ha llegado la ansiada primavera según el calendario, pero vivo en un lugar donde la primavera ha descubierto el paraíso: Málaga.
Sentada en los chinorros, en el mismo rebalaje, donde rompen las olas miro al mar, al horizonte, huelo el salitre, siento los rayos de sol y se me inunda el alma de sueños.
La mar está tranquila, de un azul claro, la marea baja me permite ver los negros roqueos que sobresalen entre la suave espuma de las olas que acarician los mejillones, las pequeñas algas y los rojos ?tomates?; en su cima cinco grandes cormoranes intentando ocupar el mejor sitio, secándose abriendo sus majestuosas alas, todos miran al horizonte, quizás soñando con volar a su destino; intercalando algún que otro chapuzón, pescando, buceando, realizando apneas algunas de ellas más que sorprendentes.
Me viene a la memoria, mi queridísima amiga Maricruz, si es que es más ?salá? que la mar?creían que eran patos?y es que los cormoranes no hace muchos años, que también han descubierto el paraíso: las costas malagueñas. Ya no emigran?
Mi marido me indica: ha saltado el ?ponientillo?, mira hacia el Faro, ya se ve las franjas de la corriente marina, más azul?pronto llegará hasta aquí; ya son las doce, es cuando rola el viento .
Efectivamente, al poco la superficie del mar cambia de color y el rizado de su superficie nos regala todo un gran espectáculo, millones de lucecitas reverberan en la mar al compás de los rizos de las pequeñas olas, dando luminosidad a un azúl más intenso.
Embelesada, embriagada por la visión, los veo saltar a escasos 500 mts. de la orilla, uno, dos, tres, cuatro delfines?.me levanto rápidamente y de la ilusión, sin recordar que estamos solos en la pequeña calita (en nuestra calita), le grito a mi marido: delfines a la una?.¿qué dices? Yo no los veo.
Levántate y mira, en breve volverán a salir, están pescando, segurísima que dirigiendo un banco de peces, mira donde revolotean las gaviotas; ahora a las doce, han dirigido a los peces más al fondo, para tener profundidad y pescar desde abajo hacia arriba?..
Saltaban a varios metros de la superficie, nadaban enseñando sus aletas, las gaviotas revoloteaban recogiendo los peces que quedan ?atontados? en superficie debido a los golpes de los cuerpos de los maravillosos delfines, aprovechándose del festín del que tan preciosos animales marinos estaban haciendo alarde, con sus piruetas y saltos?..ahora a los once, le señalaba a mi marido?ya a lo lejos, hacia lo ?hondo?, ?pá dentro? como decimos los malagueños?se perdieron en el horizonte.
Esos delfines, que adoro, uno de los animales más inteligentes de la tierra. (Aqui pueden leer sobre ellos)
Delfines que de vez en cuando tenemos la gran suerte de divisar en las costas malagueñas, ésos delfines fotografiados hace unos años, concretamente en Benalmádena y que me han dado imagen y me han acompañado durante seis años en éste blog, en Mi cocina?.
Hoy, lunes, después de disfrutar éste fin de semana, de tan maravillosa experiencia que comparto con quienes me visitan, no puedo dejar de publicar una receta con Sabor a Málaga?carne típica de mi tierra, chivo, verduras de temporada: habas, alcauciles y chicharos?.vino y aceite de la tierra, almejas malagueñas?..los langostinos: vaya Vd. A saber de dónde han venido: quizás del Caribe, al igual que los delfines?..
¿Cómo hice éste plato?
Ingredientes para dos personas:
Para el relleno:
Un cuarto kilo de carne picada de chivo (me lo preparan en la carnicería), un trocito pequeño de cebolla blanca dulce, dos dientes de ajo, una ramita de perejil, un huevo, una rebanada de pan remojado en leche, sal, dos cucharadas soperas de pan rallado.
Resto de la receta:
Cuatro alcachofas, un cuarto de kilo de almejas, seis langostinos grandes, un cuarto kilo de chicharos (guisantes), una cebolla blanca dulce, tres dientes de ajo, un puñadito de pimienta negra, dos hojas de laurel, un vaso de vino (fino Montilla-Moriles), aceite de oliva virgen extra 8ª ser posible malagueño), agua y sal.
Los pasos a seguir:
Depositar las almejas en agua con sal a fin de que pierdan la posible arena que puedan traer.
Preparar la carne para el relleno:
En un cuenco echar la carne picada, el huevo, el pan remojado en lecha; la cebollita, los ajos y el perejil finamente picados. Mezclar bien, salar al gusto y si es preciso a fin de que la mezcla quede más compacta, añadir el pan rallado. Reservar.
Cortar la punta y la base de las alcachofas, enjuagarlas bien, retirar con la punta de un cuchillo fino el centro (esas hojitas que parecen ?pelitos?), ir abriendo las hojas con sumo cuidado de que no se rompan y rellenarlas con la mezcla de la carne.
Mientras picar la cebolla y los ajos restantes en trozos pequeños
En una cazuela echar un buen chorreón de aceite de oliva y pochar la cebolla y los ajitos a fuego lento, con cuidado de que no se quemen. Añadir el vino, dejar evaporar el alcohol un minuto y añadir agua (el doble que de vino).
Introducir las alcachofas en la cazuela y dejar cocer, a fuego lento durante unos quince minutos.
Sacar las alcachofas con cuidado y pasar por la minipimer la salsa, que quede lo más fina posible.
Volver a introducir las alcachofas, las almejas y los chicharos (guisantes), la pimienta negra en grano y las hojas de laurel, dejándolos cocer durante unos diez minutos, agregando a continuación los langostinos y dejar hacer unos cinco minutos más aproximadamente. Rectificar de sal si fuese necesario.
Retirar del fuego y dejar reposar.
Desde Mi cocina, mi voz, mis deseos en pro de tan noble animal, no a las masacres por tradición ( En Dinamarca y Japón por ejemplo); un NO rotundo a la ?carcelación? de dichos animales en Parques acuáticos, incluso a Acuarios?
Mi admiración y cariño por el animal más inteligente, sociable y sensible de los mares??
En ésta ocasión, nadé en mar abierto, en pleno Caribe....