Después de pasar en Calgary la mañana del primer día después de aterrizar en Canadá, nos dirigimos por la tarde hacia el Este, rumbo a Drumheller y el Dinosaur Provincial Park, aunque más tarde nuestro viaje nos llevaría en dirección contraria, hacia el Oceano Pacífico, y Vancouver.
A pesar de que ser de letras, y de que las disciplinas científicas siempre me han parecido un galimatías, la Paleontología siempre me ha llamado poderosamente la atención. Es algo así como la Historia, de la tierra. Creo que la paleontología y la arqueología están intrínsecamente unidas, y de alguna forma me producen fascinación. Es algo así como el momento en que todo estaba por hacer, en el que la vida era pura y salvaje, la tierra era joven y el futuro estaba enteramente por escribir.
Si compartes este interés por la paleontología, deberás incluir entonces en tu planning una parada en Drumheller en tu viaje a Canadá para conocer el museo Tyrell y el Dinosaur Provincial Park, en plenas badlands canadienses.
Salir de Calgary fue fácil con el minimapa y las indicaciones que nos dieron en el mostrador de Avis del aeropuerto . Cruzamos extensiones increíbles de hierba, pastos y granjas. El paisaje estaba salpicado por los típicos graneros rojos y blancos y los rulos de paja para preservar el forraje del ganado. Es un paisaje que a la larga, puede parecer monótono, pero para nosotros era algo totalmente nuevo y evocador.
Hacemos alguna parada para hacer fotos a estás pintorescas construcciones, pero salir del coche significa enfrentarte a los mosquitos de las llanuras. ¡Y qué mosquitos! Nos acribillan en cuestión de segundos y poco rato después las picaduras están inflamadas y ardiendo, con un color morado que promete una lenta regeneración de la piel.
La parada más larga en nuestro camino hacia Drumheller, la hacemos en Horseshoe Canyon, a tan solo 17km. Se trata de un cañón con forma de herradura, definido por dos brazos que desembocan en el río Kneehill Creek y que tienen unos 5 kilómetros de longitud cada uno. Se pueden observar diferentes sedimentos en los estratos que conforman el cañón que nos hablan del pasado de la región, como también lo hacen los muchos esqueletos de dinosaurio que han sido escavados en la zona.
Llegamos directos al Royal Tyrrell Museum con el tiempo justo para verlo, y aunque al principio nos agobiamos un poco por tener que verlo con un poco de prisa, al día siguiente comprendimos que habíamos sido unos afortunados al llegar después de las 7, pues teníamos el museo para nosotros solos ya que lo vimos sin gente. Al día siguiente cuando volvimos para explorar el Dinosaur Provincial Park, y vimos que casi no había aparcamiento, y que la cola daba casi la vuelta al museo, nos alegramos de haber llegado a esa hora.
El museo se encuentra a 135km de Calgary, y es famoso en todo el mundo como un excepcional museo de paleontología y por sus instalaciones de investigación que tienen como misión conservar, proteger, presentar e interpretar la historia paleontológica, de Canadá, y en especial la de Alberta.
Una serie de interesantes galerías cronológicas exhiben las maravillas de 3.900 millones de años de la vida sobre la Tierra a lo largo de una especie de tunel del tiempo que nos lleva de viaje al pasado, cuando el planeta era joven. En dichas galerías encontramos ellas cientos de fósiles de dinosaurios completos, que nos dejarán con la boca abierta. Además de otras maravillas como una gran colección de fósiles de esquistos de Burgess, un modelo a tamaño real de un arrecife del Paleozóico, y un jardín viviente del Cretácico con más de 600 especies de plantas.
¡Merecen la pena los $18CAD de la entrada!
Además, como atracción extra, una gran cristalera abierta al laboratorio de preparación permite a los visitantes observar a los técnicos preparando los fósiles para la investigación y exhibición. ¡Da totalmente la sensación de estar dentro de Jurassic Park!
Además del museo en sí, existe la posibilidad de contratar visitas guiadas a las tierras baldías de los alrededores para conocer mejor el terreno en donde fueron encontradas muchas de esta criaturas, ¡e incluso se puede participar en una excavación!
Si nuestro presupuesto no nos permite gastos extra a parte de la entrada al museo, podemos hacer la ruta autoguiada por los alrededores del museo siguiendo los paneles explicativos a través de las badlands, aunque esta ruta no pasa por ninguna excavación, para proteger los yacimientos.
Como veis merece la pena este impresionante museo, sobre todo si os interesa la paleontología y descubrir más sobre los largamente extintos dinosaurios.
Para dormir no nos quedamos en Drumheller, pues los alojamientos están muy subidos de precio. Aunque suponía dar un rodeo, dormimos en Three Hills, en el motel más barato que encontramos, el Lamplighter Inn, por 69CAD (unos 48€) con desayuno incluido. El dueño fue muy amable con nosotros, pero al día siguiente, no nos dijo que el desayuno estaba incluido (también a nosotros se nos olvidó). Cuando me doy cuenta al mirar la reserva para ir a pagar, nos dice que ya ha pasado la hora, pero aún así, nos preparar una fruta, unas muffins calientes y un yogur, que junto al café soluble de la habitación, nos apaña el desayuno. Un lugar totalmente recomendable para no tener que pagar los absurdos precios de Drumheller en verano.
Al día siguiente continuaríamos nuestra aventura explorando el resto del Dinosaur Provincial Park y la región de las badlands.
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