Tenían claro que debía predominar la forma de estrella, todo en tonos blanco y rosa viejo.
Lo celebraron en un local muy, muy bonito y contábamos con un rincón ideal, con una mesa grande de madera maciza y rodeada de sofás de cuero.
Hubo chuches en tarros de cristal, con etiquetas estrella hechas con cartón.
Galletas-piruleta en maceteros decorados con papel kraft.
Cupcakes de vainilla con buttercream rosa que formaban sobre la mesa la letra "A"...
...y el cupcake central decorado con estrella de fondant con el nombre de Amaia y unos piececitos también de fondant.
Una bandeja cargada de galletas empaquetadas individualmente con letra "A" en glasa.
Se colocaron también sobre la mesa unas agendas Moleskine que Laura había preparado para los invitados, con un sello personalizado para la ocasión (preciosas!) y uno de los muñecos preferidos de Amaia.
Resultó una Candy Bar sencilla, bonita y elegante.
Espero que os haya gustado!