Me encantan las verduras y son muchos los platos que tengo cocinados con ellas en el blog, pero últimamente no como mucho en casa y cada vez que compro verduras siempre acabo tirando alguna sin usar porque con el paso de los días ya no está en condiciones de ser cocinada. Una opción para tener verdura siempre fresca en casa sin miedo a que se estropee por el no uso es tenerla congelada. Por eso aplaudo la iniciativa de ASEVEC (Asociación Española de fabricantes de Vegetales Congeladas) que han puesto en marcha la acción #Miverduracongelada para fomentar su consumo.
Diez razones para consumir las verduras congeladas son las siguientes:
Están siempre disponibles: las verduras congeladas pueden conseguirse fuera de temporada.
La ultracongelación evita la proliferación de patógenos y la degradación de los alimentos.
Siempre frescas: se ultracongelan tras su recolección evitando una maduración excesiva.
Son casi igual de nutritivas que las frescas y, en algunos casos incluso más, conservan las vitaminas y minerales gracias al proceso de ultracongelación.
Son fáciles de preparar y servir. Más cómodas que las frescas, y es que ya vienen lavadas, cortadas y listas para cocinar.
Suponen un ahorro de tiempo y dinero.
Permiten regular las porciones: se consume la cantidad deseada y el resto vuelve al congelador.
Tienen larga vida: pueden ser almacenados en el congelador por mucho tiempo.
Sin conservantes ni aditivos.
Seguras: se hacen controles durante su producción y proceso. La ultracongelación evita el deterioro causado por microorganismos.¿Interesante, verdad?, pues os traigo una receta que contiene cinco verduras diferentes congeladas, y que seguro que os gustará mucho en casa, incluso a los niños, con deciros que mi hija Laura repitió lo digo todo. Son unos riquísimos canelones que no van hechos con pasta sino con crepes caseros, rellenos de una suave bechamel que incluye zanahorias, judías verdes, guisantes, coliflor y brocoli, todas las verduras congeladas.
INGREDIENTES:
Para los crepes:
125 gr. de harina de trigo
250 ml de leche
2 huevos
1 pizca de sal
Mantequilla para engrasar la sartén
Para la bechamel:
3 cucharadas de mantequilla
3 cucharadas de harina
3 vasos de leche
Sal
Pimienta
Para el relleno:
100 gr. de brocoli congelado
100 gr. de coliflor congelado
100 gr. de guisantes congelados
100 gr. de zanahorias baby congeladas
100 gr. de judías verdes planas congeladas
Albahaca fresca
Tomillo fresco
Romero fresco
Además de un poco de queso rallado para gratinar
PREPARACIÓN:Lo primero que prepararemos serán la masa para los crepes, tamizamos la harina, añadimos los huevos ligeramente batidos y mezclamos, y vamos añadiendo poco a poco la leche removiendo con unas varillas para que no queden grumos. Añadimos la sal. Tapamos y dejamos reposar al menos una hora en el frigorífico.
Calentamos una olla con abundante agua salada y añadimos primero las verduras que necesiten más tiempo de cocción, cronometramos y después añadimos las siguientes, las que menos tarden en cocer, así aprovechamos el mismo agua de cocción para cocer todas las verduras. Unas vez todas estén al dente (no os olvidéis que llevan un golpe de horno al final, por lo que es conveniente no cocer en exceso), sacamos y escurrimos del exceso de agua en un colador.
Mientras se cuecen las verduras haremos los crepes. Calentamos con un poco de mantequilla untada una sartén antiadherente y cuando esté bien caliente vamos añadiendo una cucharada de masa para los crepes, cubriendo todo el fondo de la sartén (de unos 24 cm. de diámetro). Al poco tiempo le damos la vuelta y doramos un poco por el otro lado, vamos depositando en un plato y haciendo las siguientes, poniendo una encima de otra. Reservamos.
Preparamos la bechamel entonces, calentando la mantequilla, añadiendo la harina y rehogando ésta durante unos minutos, después vamos añadiendo poco a poco la leche, removiendo hasta disolver toda la harina, salpimentamos, dejamos cocer hasta que espese. Entonces añadimos la verdura cocinada, ligeramente aplastada con un tenedor, sobre todo las piezas más grandes, añadimos también romero, tomillo y albahaca picados. Dejamos unos minutos más. Con esta mezcla rellenamos los crepes, y cerramos éstos en forma de canelón, vamos disponiendo sobre una fuente de hornear. La bechamel sobrante la trituramos y añadimos sobre los canelones, cubriendo éstos. Añadimos un poco de queso rallado por encima y gratinamos en el horno durante unos minutos, hasta que veamos que están dorados.
Servimos acompañados de una hojas de albahaca fresca para decorar.
Así es muy fácil disfrutar con una plato de verdura, ya veréis.
Feliz mártes.