Este año cumplí uno de mis sueños: visitar París. He estado en muchos países en épocas de bonanza económica y aunque había visitado Francia, nunca estuve en París.
Era algo que casi había descartado ya, pero surgió la oportunidad de viajar a París con unos buenos amigos y allí que me lancé con toda la ilusión del mundo.
A las cosas que no podía dejar de ver (dicese de Museos, Torre Eiffel...) estaba el deseo de probar todos los dulces del mundo que me encontrara, o sea, croisanes, brioches,.. pero en todas las pastelerías o "boulangeries" que me encontraba veía unos pasteles pequeños, estriados y brillantes que no había visto nunca. Al preguntar por ellos me dijeron que se llamaban "cannelés" y eran típicos de Burdeos.
Lo de cannelés, al principio me confundió, se parecía a la palabra "cannelle" que en francés es canela, pero estos pastelitos no llevan canela. "Cannelés" es en realidad la forma del molde donde se hacen, son moldes "acanalados" de ahí las estrías que presentan.
Al probarlo no supe encontrar un ingrediente que destacara. Era una textura densa, dulce y como llamarla...elástica. No sé explicarme bien, pero no es un bizcocho, tampoco tiene textura de tarta.. es difícil de definir. Los franceses lo llaman "molleux".
De vuelta a España, encontré esta receta pero lo que no creía que encontraría son los moldes, pero sí, los encontré con facilidad en una tienda que me encanta En Juliana.
Si no tenéis o no queréis comprar los moldes los podemos hacer en moldes pequeños de flan. No tendrán la misma forma pero si el sabor.
INGREDIENTES:
500 ml de leche entera
2 huevos +1 yema
225 gr de azúcar
1 vaina de vainilla o 1 cucharada de azúcar vainillado
30 ml de anis seco (la receta original usa ron)
30 gr de mantequilla
125 gr de harina
PREPARACIÓN:
CON THERMOMIX:
En el vaso de la thermomix ponemos la leche, el azúcar, la vaina de vainilla o el azúcar vainillado. Programamos 7 minutos, 90º velocidad 2. Sacamos y dejamos entibiar.
Lavamos y secamos el vaso y ponemos el resto de los ingredientes: harina, mantequilla, yema y huevos completos y anís. Mezclamos bien 30 segundos a velocidad 6.
Bajamos los restos de vaso hacia abajo y ponemos a funcionar la máquina a velocidad 2. Colocamos un colador en el bocal y vamos añadiendo la leche poco a poco.
Al acabar guardamos esta masa en la nevera 24 horas (aunque yo la tuve solo 18 horas).
Al dia siguiente sacamos la masa una hora antes de hornear. Precalentamos el horno a 250º, pintamos los moldes con mantequilla fundida y rellenamos con la masa sin llegar hasta arriba que luego suben.
Horneamos a 250º unos diez minutos y luego bajamos la temperatura a 180º y seguimos horneando otros 50 minutos. Dejamos dentro del molde cinco minutos y desmoldamos sobre una rejilla.
Con estas cantidades salen unos 12 cannelés. Como el molde tiene para ocho, he preparado una segunda tanda en cuanto se enfrió un poco el molde de la primera tanda. Siempre pintando con mantequilla antes.
SIN THERMOMIX:
Ponemos a calentar la leche con el azucar y la vainilla, pero no la dejamos hervir. Dejamos que se enfrie.
En el vaso de la batidora ponemos la harina, la mantequilla, los huevos y la yema y el anís o ron. Batimos hasta obtener una mezcla espesa. Cuando la leche esté templada la colamos y vamos añadiendo a esta mezcla poco a poco mientras seguimos batiendo. Guardamos en la nevera 24 horas.
Vamos a aromatizar la leche calentándola con toda el azucar y la vainilla. La reservamos aparte y dejamos que se entibie.
Lavamos el vaso y ponemos los huevos, la yema, la mantequilla, la harina y el anís (la receta original pone ron, yo no tenía). Lo batimos todo.
Bajamos los restos hacia abajo.
Y ahora con la maquina en marcha, vamos echando la leche que debe estar tibia a través de un colador. Dejamos que repose la masa un dia en la nevera, aunque yo la dejé solo 18 horas.
Antes de hornear, debemos sacar la masa de la nevera una hora antes. Pincelamos con mantequilla fundida los moldes. Los auténticos cannelés franceses llevan una capa de cera en los moldes, para darles un brillo extra. Yo, obviamente, solo he puesto mantequilla.
Vertemos la masa en los moldes sin llegar hasta arriba. mirad hasta donde yo rellené y aún así se desbordaron. Al horno, diez minutos a horno fuerte, 50 minutos a 180º.
Véis como subieron, parecían setas. Después bajan un poco, pero por eso es mejor no llenar los moldes.
Y este es un auténtico cannelé francés, de hecho es el que yo me comí en París. ¿Veis como brilla? Dicen que es por la capa de cera que llevan los moldes, Quién sabe...
Y estos son los míos, mas humildes, pero muy ricos. Espero que os gusten.